La implementación del agua tratada magnéticamente en casas de
tapado de Santiago de Cuba reporta mejoras en los rendimientos
productivos de hortalizas y otros cultivos agrícolas.
Iniciado en el año 2000, el proyecto ya aporta beneficios en la
producción de tomate, pepino y ají pimiento, fundamentalmente en las
casas de cultivo de Campo Antena y San José, ubicadas en la cabecera
provincial, aunque la intención es perfeccionar la tecnología y
extender su uso.
Yilan Fong, investigadora del Centro Nacional de
Electromagnetismo Aplicado (CNEA), entidad perteneciente a la
Universidad de Oriente, explicó a la AIN que ese tipo de agua
aumenta, además, los rendimientos en las plantas y disminuye las
plagas y enfermedades.
Positivos resultan también los resultados obtenidos en el área de
climatización de la biofábrica, en el desarrollo de posturas de
plátano y guayaba, señaló Fong.
Asimismo, el empleo de un electroimán en el riego posibilita el
ahorro de agua mediante la utilización de esa alternativa
magnetizada, trabajada también en plantas medicinales de gran
importancia y utilidad para su posterior uso en la farmacología.
Esta tecnología del agua tratada magnéticamente, expresó la
especialista del CNEA, constituye un apoyo en el rendimiento de los
fertilizantes, lo que facilita a las plantas la extracción de
nutrientes y acelera el ciclo de maduración de los frutos.
En la actualidad, además de Santiago de Cuba, provincias como
Guantánamo, Ciudad de la Habana y Ciego de Ávila encaminan la
ejecución del proyecto en la agricultura, por sus bondades
económicas y ecológicas para elevar las producciones, principalmente
en cultivos protegidos.
Así, la tecnología se convertiría en una opción nacional en pos
de extender los calendarios en las cosechas de hortalizas, lo que
incidiría beneficiosamente en la población.