El incremento de la producción de frutas en Cuba va encaminada a
la sustitución de importaciones, completar los niveles exportables y
aumentar la presencia de esos renglones en los mercados con destino
a la población.
Evelio Ferrást, director adjunto del Instituto de Investigaciones
en Fruticultura Tropical (IIFT), expresó a la AIN que para este año
el país debe obtener 17 mil 500 toneladas de esos surtidos con el
objetivo de diversificar su elaboración en pulpa, tajadas,
mermeladas y jugos que reduzcan las compras de esas materias primas
en el exterior.
Además, en los territorios de más cobertura como Ciego de Ávila,
Sancti Spíritus y Cienfuegos, crecerán en los volúmenes de pulpa
dedicados a la exportación.
Según Ferrást Cuba destina 23 mil hectáreas al mango, y se espera
crecer en áreas con terrenos ideales para el fomento de frutales
como las provincias de Matanzas, Ciego de Ávila, La Habana, Camagüey
y Cienfuegos.
Indicó el especialista que las nuevas plantaciones se acogerán a
tecnologías más avanzadas, de intercalar cultivos de fruta bomba,
guayaba, incluso algunas viandas de ciclos cortos, para aprovechar
los amplios espacios entre las plantas de mayor crecimiento.
Con esa metodología se logra mejor aprovechamiento de los
recursos humanos vinculados a cada finca, y se multiplican los
ingresos de quienes trabajan la tierra y aumentan los aportes al
presupuesto estatal.
Al decir del investigador, hoy los cubanos demandan de 55
kilogramos de frutas, y solo se alcanza unos 40.
A pesar de varios huracanes que afectan la floración, ramas y
frutos, la cosecha de mango este año augura niveles aceptables, y
una estabilidad de los productos frescos en venta.