Ahora, de cara a una nueva temporada ciclónica, que puede ser muy
activa según vaticinios de los meteorólogos, los gibareños se
preparan para otra victoria.
La vivienda, el sector más golpeado por el huracán Ike, es objeto
de labores de restauración y construcción, siempre contando con la
lección aprendida: alejar los núcleos poblacionales de la cercanía
del mar.
Esto, en tierra de pescadores con larga tradición, puede tornarse
tarea de Hércules. No obstante, los habitantes del barrio de Pueblo
Nuevo, conocido también por el Güirito, y otros asentamientos
próximos a la costa, saben que, para conservar intactas las
pertenencias, hay que poner tierra de por medio.
Fue el gesto altruista de los hermanos Margarita y José Orlando
Ortega Cruz, donantes de un terreno de su propiedad, de unas 4,3
hectáreas, el que proporcionó, apenas unas horas de acaecida la
desgracia, el lugar propicio para la construcción del asentamiento
que acogerá a los damnificados de la región.
Aquí se trabaja duro por concluir 46 petrocasas, 60 de tipo
Sandino, y otras más de diferentes tecnologías constructivas, hasta
llegar a las 190 viviendas, afirma Ángel Palacios Betancourt, jefe
de la obra, a cargo de la Empresa Constructora de Obras Ingenieras,
ECOI 9.
El proyecto, elaborado por especialistas de la Empresa de
Ingeniería y Diseño Vértice, recibe el empuje de 109 trabajadores
movilizados por la Central de Trabajadores de Cuba en el municipio.
Se aprovecha la experiencia en la construcción con alternativas
más económicas, como el empleo en cubiertas y entrepisos, en los
módulos tipo Sandino, de paneles de polyestileno (poliespuma),
material de poco peso que permite mayor maniobrabilidad que otros
elementos de hormigón, sin dejar de ser resistente a las
inclemencias del tiempo, explica Rolando González Fernández,
vicepresidente del Consejo de la Administración Provincial.
También en el Consejo Popular de Caletones se encuentra una
brigada especializada de la Empresa Constructora de Obras de
Arquitectura número 19, de Holguín, que tiene a su cargo la fase
inicial del asentamiento que beneficiará a 150 familias, cuyos
hogares fueron arrasados por el mar.
La inversión, localizada a más de 250 metros de la línea de playa
contará, en una primera etapa, con 50 casas por el sistema
constructivo Sandino.
Gibara sufrió importantes pérdidas en viviendas e instalaciones,
mas este reto, lejos de amilanar, impulsó a los habitantes de la
Villa a aunar esfuerzos en la descomunal tarea de la restauración.
El intenso trabajo desplegado en la recuperación, les valió para
ganar la sede del acto provincial por el 26 de Julio.
El duro bregar de los gibareños alcanza también a la producción
de alimentos. La cosecha de viandas de ciclos cortos, la campaña del
frijol y el trabajo en huertos y organopónicos así lo respaldan.
Destacan, igualmente, los resultados de la Empresa de Cultivos
Varios, que al cierre del año pasado acumulaba unos 15 000 quintales
de tomate destinados a la industria; en tanto la ganadería reportaba
la entrega de unos 750 000 litros de leche, con el ahorro al país de
más de 320 000 dólares por la sustitución de la leche en polvo,
destaca Rosa María Leyva Mayo, primera secretaria del Partido en el
municipio.
El huracán nos dejó problemas, pero también nos demostró cuánto
se puede hacer con la voluntad de salir adelante, enfatiza Rosa
María.