Por primera vez cuatro obras representativas del teatro polaco
actual se incorporan al quehacer teatral cubano en un ciclo de
lecturas que, con la presencia de sus propios dramaturgos, tendrá
lugar hasta el viernes en la Sala Guillén de la UNEAC, en la
capital.
Carlos Díaz, Raúl Martín, Irene Borges y Carlos Celdrán, son los
directores encargados de trasladar, al espacio nacional, la
representación de los textos Holyfood, de Marek Kochan; La
primera vez, de Michal Walczak; La sonrisa del Komelo, de
Jan Klata; y La Hija del Cazador o Devorapolacos, de Monika
Powalisz, respectivamente. Interesantes, realistas y controversiales
resultan ser estas piezas polacas que, además de desenmascarar
inquietudes universales y regionales de sus guionistas, se destacan
por los recursos teatrales y analíticos que contienen.
El ciclo, curado por el escritor cubano Reinaldo Montero, comenzó
el pasado martes con Holyfood, una obra que combina el
consumismo, la manipulación y la religión a través de una narración
grotesca cuya textura realista supo manejar acertadamente el grupo
Teatro El Público.
Cada jornada de lectura dramatizada cuenta también, al finalizar,
con un espacio interactivo que permite a los espectadores dialogar
con la crítica teatral Anna Burzynska y los dramaturgos polacos, que
poseen una prolífica y reconocida carrera dentro del teatro de su
país.
Esta muestra se inserta en una serie de ciclos que —auspiciados
en su mayoría por la Casa Editorial Tablas-Alarcos— brindan la
posibilidad de disfrutar y conocer lo más distintivo de la
dramaturgia contemporánea foránea, de la misma manera que estrechan
los vínculos culturales con varios países.