Servando, homo ludens

VIRGINIA ALBERDI BENÍTEZ

Las personas allegadas a Servando Cabrera Moreno conocieron que el pintor cubano era un obsesivo coleccionista de piezas artesanales a conciencia de que se trataba de atesorar expresiones valiosas de las tradiciones populares de los pueblos.

Estas marionetas italianas forman parte de la colección de Servando Cabrera Moreno.

De manera específica, el coleccionismo desarrollado por el creador de Milicias campesinas y Habaneras se concentró en la juguetería tradicional, debido a que el pintor se identificaba espiritualmente con esa zona de la creación humana en la que nunca se deja de ser niño y de fantasear.

El homo ludens que fue Servando llegó a gozar de más de 200 piezas provenientes de Europa y América Latina fundamentalmente. Él mismo: "Mi predilección sobre las manifestaciones populares en arte, también hace que me fije en las formas y ornamentos de la alfarería, juguetería y pinturas populares sobre todo de España, Guatemala, México y Portugal. La asimilación de todos estos estudios, a través de años, sin duda ha ayudado a componer algunos aspectos formales de mi obra, siempre unidos al estudio y a la observación del natural¼ ".

Una parte significativa de esta colección se halla desplegada en la actualidad en el Museo Biblioteca Servando Cabrera Moreno (13 y Paseo, Vedado) de una manera realmente original: cuatro artistas cubanos contemporáneos, Lesbia Vent Dumois, Carlos Guzmán, Vicente Rodríguez Bonachea y Ángel Ramírez, la han incorporado desde sus perspectivas estéticas en igual número de instalaciones museográficas, con lo cual adquiere una dimensión inédita ante los ojos del visitante.

El retablo de maravillas articulado por Carlos Guzmán, las urnas de cristal superpuestas como si se tratara de una nube, concebidas por Rodríguez Bonachea, la casa de muñecas armadas con primor por Lesbia Vent Dumois, y la construcción medieval de Ángel Ramírez habitada por marionetas italianas, incentivan la imaginación y propician una lectura de altos valores poéticos, que se confirman en la sala donde cada uno de estos artistas exhibe piezas bidimensionales y esculturadas de su autoría.

La exposición, bajo el título Jugar con arte y con el coauspicio de la Oficina Regional de Cultura de la UNESCO, saludó en su inauguración el Día de la Diversidad Cultural, un concepto muy presente en la política cultural de la Revolución cubana.

 

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