Al
cumplirse hoy el décimo aniversario de su muerte, los cubanos
recuerdan a Jesús Montané Oropesa, histórico combatiente de la
Revolución cubana junto a Fidel y Raúl.
Su entrega a la lucha por la total independencia nacional se
inició desde el mismo golpe de Estado del tirano Fulgencio Batista
el 10 de marzo de 1952.
En los meses ulteriores al zarpaso, Montané y Abel Santamaría
conocen a Fidel y desarrollan, a partir de ese momento, una relación
personal de cariño y respecto recíprocos que se mantuvo durante toda
su vida.
Fue de los fundadores del Partido Ortodoxo, formó parte del grupo
de dirección que preparó el asalto al cuartel Moncada el 26 de julio
de 1953 e integró el pelotón que atacó la posta tres.
Sancionado a diez años por esta acción, guardó prisión en el
llamado presidio Modelo en su natal Isla de Pinos (hoy Isla de la
Juventud) y fue excarcelado, con el resto de los "moncadistas", en
mayo de 1955.
Exiliado en México estuvo entre los 82 expedicionarios del Granma
que de-sembarcaron en diciembre de 1956. Participó en el primer
combate de Alegría de Pío, donde resultó capturado y posteriormente
juzgado junto a Frank País y otros participantes en el levantamiento
del 30 de noviembre en santiago de Cuba. De nuevo fue condenado a
prisión en Isla de Pinos de donde salió el primero de enero de 1959.
Muchas y variadas fueron las responsabilidades que desempeñó
Jesús Montané en las Fuerzas Armadas Revolucionarias, el Partido y
el Gobierno. Y, desde 1973 hasta su fallecimiento el 7 de mayo de 1
999, fue ayudante del Comandante en Jefe Fidel Castro.
Como afirmara Armando Hart Dávalos al despedir el duelo, la vida
del compañero Montané constituye un ejemplo de patriota y
revolucionario, devoto martiano y hombre entero que hizo de la
independencia y la transformación del país la aspiración máxima de
su existencia.