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El presidente Barack Obama confirmó hoy una modificación del
presupuesto nacional estadounidense para 2010 que, según dijo,
podría ahorrar al país hasta 17 mil millones de dólares.
En tiempos de plena recesión norteamericana, el mandatario
demócrata señaló en conferencia de prensa que va a controlar el
gasto, mi plan es reducir el déficit federal a la mitad y convertir
a esta administración en un ente eficiente.
Los organismos ministeriales no deben más proteger ni proponer
presupuestos inflados, apuntó el jefe de la Casa Blanca tras
corroborar el proyecto que pone fin a 121 programas gubernamentales.
Nuestro objetivo será identificar y congelar programas que son
innecesarios y no funcionan por el momento, muchos de ellos
relacionados con la defensa o inversiones del Pentágono, comentó.
Obama sometió en febrero último al Congreso su borrador de
presupuesto anual de 3,55 billones de dólares, en el cual subrayó
prioridades en seguridad social y planes generales optimizados sobre
impuestos.
La semana pasada, el Capitolio adoptó su plan con algunas rebajas
de gastos, aunque sin grandes cambios en la línea programática
principal, que nunca recibió el visto bueno de la bancada
republicana.
No obstante, la intención de ahorro del gobernante ya fue
criticada por opositores como una medida insuficiente. Un corte de
17 mil millones en una partida de tres billones es realmente un paso
minúsculo, dijo el republicano John Boehner, de Ohio.
El senador republicano Judd Gregg, de New Hampshire, resumió el
argumento de sus colegas: Los demócratas perdieron una tremenda
oportunidad de colocar a la nación en el camino de la estabilidad
fiscal, indicó.
Harry Reid, jefe demócrata en el Senado, replicó que el
presupuesto es más que un documento lleno de números, es una norma
responsable para ayudar a reconstruir la economía en tiempos de
recesión y alto desempleo, señaló.
De cualquier manera, legisladores republicanos alertaron que el
déficit monetario estatal podría rondar en 1,85 billones de dólares
para septiembre venidero, como consecuencia de la certificación del
presupuesto.
El actual gobierno heredó del mandato de George W. Bush un
déficit de 1,3 billones de dólares y el ex senador de Illinois se
comprometió a reducir el desbalance hasta la mitad para el final de
su primer término presidencial.