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Una fuerte protesta desataron hoy centenares de airados
manifestantes por la masacre de los ataques aéreos de Estados Unidos
que ocasionaron más de 100 civiles muertos y destrucciones de
viviendas en poblados de la provincia de Farah.
Según el parlamentario, Mohammad Musa Nasrat, los protestantes se
congregaron en la mezquita central de la ciudad de Farah, capital
homónima de la provincia, donde corearon consignas contra las tropas
estadounidenses y el gobierno afgano.
El diputado aseguró a la prensa que los ciudadanos de Farah
cerraron sus tiendas y reunieron en la mezquita para rezar por los
civiles muertos y expresar su rabia por el acto bárbaro de Estados
Unidos.
De acuerdo con fuentes oficiales, en esos bombardeos del lunes y
martes pasados contra viviendas de los poblados de Geraani y Ganj
Abad, en el distrito de Bala Boluk, perdieron la vida 120 personas y
fueron destruidas decenas de casas.
Poco después, los marchistas se trasladaron a la oficina del
gobernador, donde apedrearon a los efectivos de seguridad, quienes
abrieron fuego contra la multitud y ocasionaron varios heridos. En
sus exigencias demandaron un castigo para los responsables de la
muerte de esos civiles.
Nasrat comunicó a la prensa que tres personas resultaron heridas
y trasladadas al hospital de la ciudad.
La Cruz Roja Internacional (CRI) comunicó en Kabul que sus
enviados encontraron decenas de cadáveres en tumbas colectivas y
entre los escombros de viviendas destruidas por la aviación
estadounidense.
La portavoz del CRI, Jessica Barry, destacó entre las víctimas la
presencia de mujeres y niños que, al parecer, intentaban refugiarse
en unas casas cuando fueron alcanzados por los misiles y bombas.
Este representa el más grande número de civiles afganos muertos
en un sólo hecho sangriento desde octubre del 2001 cuando Estados
Unidos y sus aliados invadieron a esta nación islámica
centroasiática.
Un total de dos mil 118 personas perdieron la vida en 2008 a
causa, en un 64 por ciento, de los ataques aéreos de Estados Unidos
y la OTAN, de acuerdo con estadísticas de la ONU.
Como es usual, el presidente Hamid Karzai calificó de
injustificable e inaceptable el asesinato de esos civiles, designó
una comisión investigadora y se lo planteó al presidente
estadounidense, Barack Obama, durante una reunión sostenida en
Washington, según un comunicado oficial.
Pero Obama y su secretaria del exterior, Hillary Clinton, se
limitaron sólo a lamentar la matanza perpetrada por sus tropas en
Afganistán y señalar que sentían profundamente las pérdidas de vidas
inocentes.