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Los ministros de Relaciones Exteriores árabes abogaron hoy aquí por
un enfoque unido de cara a eventuales negociaciones con el nuevo
gobierno de Israel para relanzar el proceso de paz en el Medio
Oriente.
Una reunión de emergencia en la sede de la Liga Árabe (LA), en El
Cairo, sirvió a los cancilleres de los 22 países miembros para
discutir también cómo reiniciar conversaciones serias y directas
entre los palestinos y el ejecutivo derechista instalado en Tel
Aviv.
El encuentro, el primero desde que asumió el gobierno el primer
ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ocurre en medio de intensos
contactos diplomáticos y políticos de líderes regionales, previo a
una serie de reuniones en Washington relacionadas con la paz
regional.
Fuentes del área de información de la LA comentaron a Prensa
Latina que igualmente se trató de alcanzar consenso respecto a la
respuesta que las naciones del grupo darán al ofrecimiento del
presidente norteamericano, Barack Obama, para reanudar el diálogo de
paz.
Obama invitó a Netanyahu y a los presidentes palestino, Mahmoud
Abbas, y egipcio, Hosni Mubarak, a visitar Washington este mes, por
separado, para acercar posiciones antes de relanzar las pláticas.
Mubarak recibirá el próximo lunes a Netanyahu en el balneario de
Shamr El-Sheikh, ocasión en la que reiterará el reclamo árabe de la
fórmula dos estados (palestino e israelí) defendida por Washington y
la Unión Europea.
Medios de difusión locales señalaron que el mandatario
estadounidense propuso flexibilizar la Iniciativa Árabe de Paz para
conseguir compromisos negociadores de los israelíes, pretensión que
cancilleres como el sirio, Walid Al-Moallem, desestimaron
categóricamente.
La iniciativa propone el reconocimiento árabe al estado de
Israel, a cambio de que éste propicie la creación de un estado
palestino independiente, con capital en Jerusalén Este, y devuelva
los territorios ocupados al Líbano y Siria.
Para los ministros resulta preocupante la persistencia de
Netanyahu en autorizar la ampliación de los asentamientos judíos en
los territorios palestinos, así como la demolición de viviendas
árabes en Jerusalén Este, con el ánimo de judaizar esa ciudad santa.
Un vocero indicó que de la reunión emergió una clara visión sobre
cómo lidiar con el nuevo ejecutivo israelí, aunque prevaleció el
criterio de que varias de las políticas ejecutadas hasta ahora deben
ser firmemente confrontadas.
También los titulares de Relaciones Exteriores analizaron un
reciente reporte sobre los crímenes cometidos por Israel en la
Franja de Gaza durante la devastadora agresión lanzada en diciembre
y enero, con saldo de más de seis mil 700 muertos y heridos
palestinos.
En ese sentido, se desconoce si decidieron someter el citado
informe a la jurisdicción de la Corte Penal Internacional, toda vez
que el presidente israelí, Shimon Peres, descartó en Estados Unidos
pedir perdón por la brutal agresión al enclave costero.