El “fantasma rubio” de la CIA recuerda… (II)
“Las Juntas de Asesinatos”
REINALDO TALADRID HERRERO
En
el mundo de hoy organizar, financiar y ejecutar un acto terrorista
es quizás el más grave de los delitos que se persiguen en Estados
Unidos.
Pero en el pasado, en la historia no muy lejana de las relaciones
entre Cuba y EE.UU., sucedió todo lo contrario, el organizar,
financiar y aprobar un acto de terrorismo contra Cuba, no era un
delito, sino que los actos terroristas contra nuestra nación se
organizaban y aprobaban al más alto nivel del gobierno
norteamericano.
El nombre de este artículo no es nuestro, está entre comillas
porque así se les llamó a las reuniones o instancias donde se
aprobaban todos los actos de terrorismo contra Cuba.
Theodore Shackley, "el fantasma rubio" de la CIA y primer jefe de
la superestación CIA contra Cuba JM-WAVE, en su libro de memorias
publicado post mortem y que ha tenido mínima difusión
internacional revela lo siguiente:
"A nosotros se nos pidió informar, proveer a nivel de detalle
sobre cada operación de sabotaje, así que algo tan simple como volar
un transformador eléctrico o un alcantarillado requería un plan
operacional de 40 o 50 páginas, el que sería revisado en su momento
por los sabios del grupo especial (aumentado).
"Este llamado grupo interdepartamental (aumentado) que comprendía
a Ed Landsdale, Richard Helms y otros altos funcionarios de la
administración, supervisaba el esfuerzo que ejecutaba el Directorado
Adjunto para Planes de la CIA; su nuevo director Helms había
delegado la tarea del Grupo de Tarea ‘W’ de William Harvey y mucha
de la responsabilidad del Grupo de Tarea ‘W’ recaía sobre la
Estación de Miami JM-WAVE.
"Se inició un proceso para revisar cada operación de sabotaje al
menos 21 días antes de la fecha acordada para su ejecución. A este
proceso de revisión se le llamó ‘Junta de Asesinatos’; así que en
enero o a principios de febrero de 1962 nosotros planificamos
nuestra primera ‘Junta de Asesinatos’ para revisar el plan
operacional de marzo."
No cabe duda alguna, los oficiales de la CIA tenían que llevar
cada propuesta de acto terrorista contra Cuba a esta increíblemente
llamada "Junta de Asesinatos" y allí tanto jefes militares como del
espionaje, además de altos dirigentes de la administración
norteamericana los aprobaban uno a uno y conocían de todos sus
detalles.
Pero veamos cuál fue la primera gran operación de terrorismo que
unos meses después se aprobó en estas "Juntas de Asesinatos", así lo
describe el propio Shackley en sus Memorias:
"Uno de los primeros casos analizados fue uno en que el equipo de
Rip Robertson, Grayston Linch y Mickey Kappes habían estado
trabajando por meses planeando una operación contra el complejo de
la mina de cobre de Matahambre en la provincia de Pinar del Río¼
"Nosotros completamos la planificación de la operación, recibió
la aprobación política desde el Grupo Especial (aumentado) y se
lanzó.
"Desafortunadamente no hubo ninguna explosión a la hora para la
que fueron activados los explosivos".
"¿Qué pasó? ¿Quién pudiera decirlo?".
Theodore Shackley murió y nunca nadie se lo pudo explicar, pero
hoy les presentamos lo que realmente sucedió y evitó que se
produjera una gran catástrofe humana, económica y social si hubieran
volado con trabajadores dentro las Minas de Matahambre.
Al respecto le preguntamos al general de División (r), Fabián
Escalante Font, quien fuera jefe de la Dirección General de
Contrainteligencia cubana, si él conoce qué sucedió con esta
Operación de la CIA. La siguiente fue la respuesta que nos hizo
llegar:
"Taladrid, al respecto te puedo decir que en ese momento se
estaba implementando la Operación Cupido de la CIA contra Cuba con
base en Centroamérica que en otro momento te puedo detallar; como
parte de la misma, es que se planifica la acción que me preguntas y
lo que sucedió fue que se infiltra en Pinar del Río un comando de la
CIA al frente del cual venía con modernos explosivos Miguel Ángel
Orozco Crespo, un ex soldado batistiano, con la misión en este caso
de volar las Minas de Matahambre, incluyendo, si era necesario, el
asesinato de los trabajadores que allí se encontraran. Orozco y su
comando no pudieron llevar a cabo su misión, pues la vigilancia del
ejército y las milicias revolucionarias movilizadas a causa del
desencadenamiento de la Crisis de Octubre eran tales que no pudieron
llegar hasta el objetivo (las Minas) y un ataque apendicular obligó
al terrorista a realizar contactos con campesinos de la zona
buscando ayuda médica, estos, urgentemente lo informaron a las
autoridades, quienes lo capturaron el 5 de noviembre de aquel año
1962, frustrando así uno de los proyectos más criminales planeados
por el gobierno de Estados Unidos contra nuestra patria."
Cosas de una Revolución, pudo más la dignidad y el patriotismo de
humildes campesinos, que la tremenda preparación, financiamiento y
tecnología del imperio más poderoso de la historia.
En el próximo trabajo veremos có-mo la ciudad de Miami según
Theodore Shackley se convirtió en una "Ciudad Abierta". |