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El gobierno boliviano decidió reforzar la presencia de unidades
militares en las fronteras con Brasil y Paraguay, medida dirigida a
combatir el crimen organizado, destacó hoy una fuente oficial.
De acuerdo con el ministro de Defensa, Walker San Miguel, en las
zonas limítrofes con esas naciones vecinas, en los últimos meses se
han incrementado en los últimos meses ajusticiamientos y el rebrote
del narcotráfico internacional.
San Miguel insistió en que se trata de una movilización que no
debe intranquilizar, en absoluto, a la ciudadanía de Santa Cruz (
bastión de la oposición al Ejecutivo), hacia donde se dirigía un
contingente militar proveniente de los nueve departamentos, cifrado
en más de mil efectivos.
El desplazamiento de tropas debe ser visto como una medida del
Estado para ofrecer más seguridad a los pobladores de las fronteras,
remarcó.
Los puntos de reforzamiento militar, precisó, son las localidades
de San Matías, Roboré, San Ignacio de Velasco y Puerto Suárez, entre
otras.
También la base naval de Cobija, capital del departamento Pando,
en el norte amazónico del país y en el límite con Brasil, que
comparte una frontera de casi cuatro mil kilómetros lineales con
Bolivia, agregó.
Lo mismo, Tusca, un puesto militar, de esmirriada guarnición, en
la frontera con Paraguay.
Por su parte, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana,
acotó que la operación busca también combatir el contrabando de
madera, vehículos y piedras preciosas, principalmente en Pando.