El Palacio de Pioneros Una flor para Camilo, de la ciudad de
Santiago de Cuba, festeja sus 35 años de fundado para la formación
vocacional infantil y lo hace con una proyección social, hacia la
comunidad e instituciones.
Desde enero comenzaron las actividades que incluyen conferencias
y otras de tipo recreativas con juegos y música en la sala de
Oncología del Hospital Infantil Sur, centros de educación especial,
penales y barrios, llegando hasta sitios intrincados de la serranía
como Ramón de las Yaguas.
Por sus fines educativos allí funcionan círculos de interés de
varias especialidades y cuenta con una sala de video para 60
estudiantes, un tabloncillo de danza y ballet, sala de computación y
salón de estomatología con servicios médicos.
Considerada la casa jardín más grande de Santiago de Cuba, fue
inaugurada como Palacio de Pioneros el seis de julio de 1974 por el
Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque y desde entonces han
pasado por sus áreas miles de niños.
Su matrícula actual es 10 mil 857 educandos, la más numerosa de
su historia, informó a la AIN Erich Mosqueda, director de la
institución, que se distingue por un diseño en forma de castillo en
el edificio principal, con dos torres, balcones y lucernario,
típicos de la arquitectura ecléctica.
En el ámbito del Día Internacional de los Monumentos, el 18 de
abril, el palacio también festeja por estos días su nominación para
el Premio Nacional de Restauración.
En el 2007 reabrió luego de cuatro años de cerrado para recibir
la reparación de mayor envergadura desde la construcción del
inmueble hace más de 100 años, en el reparto Vista Alegre, por una
de las familias santiagueras más adineradas.
La Oficina del Conservador de la Ciudad asumió entonces los
trabajos, de suma complejidad, pues incluyó la colocación de
cristales emplomados para su mayor durabilidad y mantener la belleza
arquitectónica del edificio, impermeabilización de cubiertas y
arreglos de pisos y techos.
Todo ello se hizo respetando los elementos originales de la
atractiva edificación.