A diferencia de muchos de sus acaudalados vecinos Mary McCarthy,
una mujer de la alta sociedad de la Cuba pre 1959, se quedó en La
Habana tras el triunfo de la Revolución. Eso fue suficiente para que
los gobiernos de Estados Unidos no le retribuyeran lo que era
legítimamente suyo.
Nació el 27 de abril de 1900 y acaba de fallecer en La Habana el
pasado viernes a la edad de 108 años, de los cuales casi 50 sufrió
la desmedida aberración de las sucesivas administraciones de la Casa
Blanca.
El genocida y criminal bloqueo impuesto a la Mayor de las
Antillas encontró en la canadiense McCarthy a otra de sus víctimas,
pues a la cruel política no le interesa donde haya nacido, basta con
vivir en Cuba para ser castigada.
Emigró a La Habana tras enamorarse, en 1924 de un rico empresario
español, al que conoció en el teatro de la Opera de Bostón. Enviudó
en 1951 y murió reclamando el descongelamiento de la fortuna que su
esposo le había dejado en un banco norteamericano. Se despidió de la
vida con la irracional marca del bloqueo, pues los 96 dólares
mensuales que le permitió el Gobierno de Estados Unidos retirar de
su cuenta ¡solo en los últimos dos años! gracias a las gestiones de diplomáticos canadienses, es
una burla que no hace más que acentuar la aberración
El pueblo cubano, el que intente cualquier vínculo comercial con
esta geografía caribeña o simplemente el que pretenda asistir con un
adelanto científico para salvar una vida, correría la misma suerte
que la McCarthy.
No importa que el mundo entero esté contra esos desmanes, a la
canadiense la vida le dio muchos años como para ser testigo de la
irracionalidad e impunidad de los gobiernos del imperio del Norte, a
quienes en Naciones Unidas por 17 años consecutivos le han espetado
en sus propias narices, y abrumadoramente, que el mundo está en
total desacuerdo con la asesina política.
También hace oídos sordos a su propio pueblo. La congresista
Bárbara Lee, de visita en La Habana por estos días, junto a un grupo
de colegas, afirmó que más del 65 por ciento de los norteamericanos
se pronuncia por la eliminación del bloqueo económico, comercial y
financiero del gobierno de Estados Unidos contra Cuba.
Fidel nos trajo en su reflexión del pasado 5 de abril,
Con los pies
sobre la tierra, el comentario de cómo el republicano más
prominente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado,
Richard Lugar, veía el bloqueo: "Los casi 50 años de embargo
económico contra Cuba, dice Lugar, republicano por Indiana, colocan
a Estados Unidos en contradicción con la opinión del resto de
América Latina, la Unión Europea y las Naciones Unidas" y "socavan
nuestra más amplia seguridad e intereses políticos en el hemisferio
Occidental", citó el líder de la Revolución Cubana.
Cuba no es una amenaza militar ni terrorista para EE.UU ¿por qué
entonces bloquearla y castigarla, y con ella al mundo?
Mary McCarthy, que al decir del cónsul canadiense en La Habana
Mark Burger, fue quizás la mejor forjadora de la amistad entre los
pueblos de Cuba y Canadá, es una prueba más de la irracionalidad de
una fracasada política que comenzó con la administración de John F.
Kennedy y que el mundo le exige hoy Barack Obama que finalice.