Las instituciones de salud y los profesionales y técnicos que en
ellas trabajan constituyen un tesoro para la protección ciudadana,
sobre todo, como ocurre en nuestro país, cuando la prestación de los
servicios es universal, gratuita, accesible y al alcance de todos,
sin excepciones.
En situaciones de desastres las unidades de asistencia y el
personal sanitario multiplican su importancia y son fundamentales
para el tratamiento de lesiones, la prevención de epidemias y las
necesidades cotidianas en la atención a las embarazadas, madres y
niños, pacientes con enfermedades crónicas, inmunizaciones.
El Día Mundial de la Salud, que se celebra cada 7 de abril con
los auspicios de la OMS como vía de sensibilización en torno a temas
de mayor interés planetario, este año está dedicado a la seguridad
de los establecimientos de salud y la preparación del personal en la
atención a los afectados para poder curar y salvar vidas en
situaciones de emergencia.
Luego del reciente paso por prácticamente todo el país de los
huracanes Gustav y Ike, con vientos, lluvias e inundaciones que los
convirtieron en los más devastadores de estos fenómenos
meteorológicos que han azotado a Cuba, bajo la dirección de nuestra
experimentada Defensa Civil quedó demostrada —y los cubanos bien lo
sabemos— la fortaleza del sistema nacional de salud, capaz de
garantizar la atención médica en centros asistenciales y en cada
lugar de la isla por apartado que esté geográficamente.
En un boletín especial sobre desastres y emergencias, resumen de
los daños originados por esos meteoros y publicado por la
representación de la OPS/OMS en Cuba (No.1, 24 de septiembre del
2008), se consigna: Es de destacar el actuar dedicado de los
profesionales de la salud que en medio de las condiciones difíciles
aseguraron los servicios vitales y transfirieron a otras
instituciones ahí donde era imposible prestar el servicio. Las
autoridades sanitarias iniciaron inmediatamente una campaña nacional
de higienización dirigida al control de la calidad del agua, la
remoción de escombros, árboles, y material vegetal o de cualquier
otro tipo causada por el paso de ambos huracanes.
Y concluye diciendo: De conjunto con las autoridades, se ha
llamado a reforzar la higiene comunitaria y en los hogares a fin de
evitar brotes de enfermedades; especial atención se otorga a la
lucha contra roedores y mosquitos. Se controla también que la
alimentación de los evacuados tenga la más alta calidad sanitaria.
El llamado de la OMS a fin de fortalecer los sistemas sanitarios
para proteger y salvar vidas en situaciones de desastres, meta
soñada aún por muchos países, es una realidad en nuestra Isla por la
fortaleza, solidaridad y humanismo de nuestro sistema social.
En conferencia de prensa celebrada ayer en la sede de la OPS/OMS
en La Habana, presidida por el doctor Luis Estruch, viceministro de
Higiene, Epidemiología y Microbiología del Ministerio de Salud
Pública, se anunció el programa de actividades por la fecha que
concluirán el martes 7 en Los Palacios, provincia de Pinar del Río.