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			Médicos estadounidenses estuvieron involucrados en la tortura a 
			prisioneros llevada a cabo por la CIA en cárceles secretas en el 
			extranjero, indicó un informe del Comité Internacional de la Cruz 
			Roja (CICR).
			De acuerdo con el documento divulgado hoy, las acciones del 
			personal de salud norteamericano en esas prisiones constituyeron una 
			grave violación de la ética médica al participar en la tortura a los 
			reclusos.
			La Cruz Roja reclamó a Washington investigar todas las 
			acusaciones de malos tratos para tomar medidas y castigar a los 
			autores, cuando corresponda, e impedir que abusos de ese tipo 
			vuelvan a ocurrir.
			El "Informe de CICR sobre el tratamiento de 14 detenidos de alto 
			valor bajo la custodia de la CIA", tiene fecha del 14 de febrero de 
			2007 y fue enviado al entonces abogado general en funciones de la 
			CIA, John Rizzo.
			El documento indica que en 2002 el CICR solicitó información por 
			primera vez al gobierno del presidente de George W. Bush (2001-2009) 
			sobre el paradero de personas presuntamente bajo su custodia en el 
			contexto de la lucha contra el terrorismo.
			Sin embargo, pese a numerosas solicitudes del organismo no 
			recibió respuesta a la mayoría de sus preguntas, señaló el reporte.
			El informe se refiere a la situación de 14 detenidos entre marzo 
			de 2002 y mayo de 2005 en Dubai, Paquistán, Tailandia y Djibouti.
			Según confesiones de los prisioneros algunas torturas fueron 
			mantenerlos en posiciones incómodas prolongadas, asfixia con agua, 
			confinamiento en cajas, permanecer desnudos durante meses o la 
			privación de sueño.
			Mientras, otros recibieron amenazas de ser infectados con el 
			virus VIH o de violar a sus familiares.
			El informe aparece publicado íntegramente en el sitio digital del 
			The New York Review of Books.