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			La Justicia asegura tener más de 50 pruebas contra el ex presidente 
			guatemalteco Alfonso Portillo, a quien se le imputa peculado, 
			extraditado hace hoy medio año desde México.
			Cumplido el plazo, la Fiscalía Especial del Ministerio Público 
			para la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala 
			presentó la acusación formal.
			Entre las pruebas contra Portillo figuran relatos de testigos, 
			peritajes en las transferencias autorizadas por él e información de 
			cuentas, y solo falta la decisión de un juez para llevarlo a juicio.
			El ex presidente (2000-2004) se presentó hace seis meses ante las 
			autoridades de México, tras un refugio de más de cuatro años en esa 
			nación, con el argumento de hacerlo de manera voluntaria para 
			rebatir la imputación de enriquecimiento ilícito y peculado.
			Sin embargo, la instancia judicial guatemalteca lo negó y afirmó 
			que en realidad se trataba de una extradición, pues la Procuraduría 
			General de la República mexicana lo condujo hasta esta capital donde 
			lo entregó el 7 de octubre de 2008.
			En aquella ocasión el ex mandatario insistió en que fue víctima 
			de persecución política, al calificar de falsedad la acusación y 
			achacarla a un montaje de sus enemigos.
			De acuerdo con informaciones divulgadas, el 28 de febrero de 2001 
			Portillo autorizó una transferencia por 120 millones de quetzales 
			(15 millones de dólares al cambio actual) al Ministerio de la 
			Defensa Nacional.
			De esa cifra, desvió 34 millones de quetzales (4,25 millones de 
			dólares hoy) hacia amigos, según lo revelado.
			La Fiscalía labora aún en otro proceso sobre la responsabilidad 
			del ex gobernante en el desvío durante su administración de 906 
			millones de quetzales (unos 113 millones de dólares actuales).
			El 19 de febrero de 2004 Portillo huyó a El Salvador junto con 
			Julio Girón, secretario privado de la Presidencia en esa época, y de 
			allí pasó a México, donde estuvo cuatro años y siete meses.