En 19 años de colaboración ininterrumpida, Cuba ha atendido a más
de 24 mil afectados por el accidente de la central electronuclear de
Chernóbil, afirmó hoy el doctor Julio Medina, director de esa
iniciativa de asistencia humanitaria.
Ese programa, que se ejecuta en un área especializada del
balneario de Tarará, al este de la capital cubana, no tiene
precedentes o similares en todo el mundo, afirmó el especialista a
Prensa Latina.
Es un proyecto, destacó, que se caracteriza por su humanidad, su
carácter solidario, por estar más allá de concepciones ideológicas o
religiosas.
Tampoco existe un plan de asistencia humanitaria relacionado con
ese accidente que haya tenido la duración del nuestro, agregó.
Entre los 700 u 800 enfermos de Ucrania, Rusia y Belarús tratados
anualmente en Cuba durante este tiempo, reveló el especialista, la
abrumadora mayoría son niños que sufrieron las consecuencias de la
contaminación con Yodo 131 y Cesio 137.
Los resultados médicos alcanzados, sostuvo, han tenido un impacto
muy positivo en las familias ucranianas, con un alto nivel de
satisfacción tanto de pacientes como sus familiares.
En estos momentos, de acuerdo con Medina, hay 200 pacientes
atendiéndose, de ellos 179 menores.
Además del seguimiento multidisciplinario a que son sometidos los
niños de Chernóbil -como se les conoce en Cuba-, en el hospital de
Tarará se ha brindado asistencia médica especializada totalmente
gratuita a 53 pacientes brasileños afectados en un accidente
radiológico por Cesio 137.
Por su parte, Nadiezhda Guerazimenko, directora ucraniana del
programa, destacó cómo el profesionalismo de los médicos cubanos
queda constantemente probado en la mayoría de los infantes tratados,
quienes regresan curados a Ucrania.