Con apenas 2,7 fallecimientos por cada mil nacidos vivos durante
el primer trimestre de 2009, la provincia de Las Tunas mantiene una
tasa de mortalidad infantil comparable con la de los países más
desarrollados.
Ese resultado es similar al registrado por el territorio oriental
en el 2008, cuando alcanzó la más baja tasa entre las 14 provincias
de Cuba, que logró ese año el mejor resultado de su historia, con
4.7.
La abnegada labor desarrollada por los obstetras, pediatras y
otros especialistas que trabajan en el sistema de atención primaria
de salud, fue uno de los factores determinantes en el éxito
reportado por los tuneros en tan humanitaria tarea.
El ingreso previo de las gestantes con algún factor de riesgo en
los 18 hogares maternos existentes en la provincia, también influyó
favorablemente en este logro del sistema de salud en Las Tunas.
Se destacó, además, el trabajo de los profesionales y el personal
de enfermería de las salas de maternidad y neonatología de los
hospitales de los municipios de Las Tunas, Puerto Padre y Amancio.
Ubicada a unos 670 al este de La Habana, Las Tunas era, al
principio de la década de los 90 del pasado siglo, la provincia que
registraba la más alta tasa de mortalidad infantil en la Isla, con
cerca de 13 decesos por cada mil nacimientos.
Esa cifra comenzó a reducirse progresivamente y en los ocho años
transcurridos del presente siglo logró tasas incluso inferiores a
las reportadas por la nación, que en tan importante indicador marcha
a la cabeza de los países del llamado Tercer Mundo.