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El premio Nobel de Economía 2001 Joseph Stiglitz mostró hoy
escepticismo respecto a los resultados de la cumbre del Grupo de los
20 (G-20), en Londres, y de las promesas que harán mañana sus
participantes.
El gobierno estadounidense habla mucho sobre regulaciones
estrictas del mercado financiero, pero dudo que eso sea en serio,
declaró al semanario alemán Der Spiegel.
Los norteamericanos siempre fueron expertos en cambiar las
supuestas regulaciones por una total desregulación, apuntó.
El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo, prometió en
muchos discursos evitar las improvisaciones en la industria
financiera norteamericana, pero él mismo está presionado para Wall
Street, incluso dentro de su administración, para hacer cambios
cosméticos.
Stiglitz también consideró poco probable la aplicación abierta
del proteccionismo en el orbe, pero expresó temor por la puesta en
práctica de medidas que constituyen un proteccionismo solapado.
Tales medidas incluyen los planes de salvamento financiero o los
grandes subsidios a las economías, aclaró el economista.
El gobierno norteamericano inyectó más de un billón de dólares
paras salvar su banca, en tanto destinó 709 mil millones para
levantar la economía, pero todo ello no es suficiente, destacó
Stiglitz.
Para el experto, la mayoría del dinero llegará a su destino el
próximo año y entonces será demasiado tarde.
En estos momentos, los bancos no se dedican a prestar dinero,
aunque esa debería ser su función, pues se les entregan las ayudas
financieras y las emplean para obtener nuevos dividendos o hacer
compras millonarias de bonos, subrayó.
La nacionalización de los grandes bancos es una medida a aplicar
de tal forma que se evite una nueva incursión de esas instituciones
financieras en actividades ajenas a su naturaleza, incluidos
esquemas bursátiles esotéricos, consideró el especialista.