El mundo flotante de Flaminio

VIRGINIA ALBERDI BENÍTEZ

Cuando Flaminio Jallageas recibió la invitación de Kcho a sumarse a la exposición Punto de encuentro, homenaje a la Bienal de La Habana, este artista brasileño ya conocía el evento cubano, puesto que en la versión anterior había desarrollado un performance en el Pabellón Cuba.

Objetos que desafían la gravidez, como estos que aquí se muestran, se imbrican en el video – collage que Flaminio exhibe en La Habana.Objetos que desafían la gravidez, como estos que aquí se muestran, se imbrican en el video – collage que Flaminio exhibe en La Habana.

Pero desde entonces a esta fecha, ha experimentado un proceso de decantación de su trabajo artístico, como el que lo hizo sobresalir en la última Bienal del Fin del Mundo, en el extremo sur argentino (Ushuaia), donde Kcho se convenció de que un artista como Flaminio, interesado en indagar a fondo la relación del hombre con las cosas, debía estar nuevamente en La Habana.

El periódico Página 12 describió así la experiencia: "Suspendidas en lo alto del recinto, vemos una máquina de coser y una silla. En un momento y por una escalera de cuerda sube el autor, que lenta y pausadamente comienza a pedalear aquella máquina dejando caer una larga tira de lona blanca. En el piso ya hay otras que sugieren la misma operación. El rollo que sostiene en la mano y la aceleración creciente de la máquina nos da una idea del tiempo angustiante de aquella improbable tarea".

Flaminio tiene en el Convento de San Francisco un video – collage, en el que superpone parte de su creación en Brasil a imágenes captadas en la capital cubana, con lo que establece un diálogo entre sus vivencias previas y lo que ha podido pulsar durante su actual estancia en la Isla.

El mundo flotante de muebles, objetos y accesorios se recorta sobre fragmentos del habitat cubano, en una especie de toma y daca de identidades y modus vivendi. Esta concepción es coherente con la línea fundamental de su poética, consistente en configurar vasos comunicantes entre la realidad y el pensamiento, la ficción y lo testimonial, la memoria y la suposición.

La experimentación objeto-espacial de Flaminio ha tomado fuerza inusitada en los últimos años con series como Mudanzas y Cristalerías, y la exposición que en este mismo momento está teniendo lugar en el SESC Pompeia, de Sao Paulo.

 

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