Imprescindible alerta contra las incertidumbres resulta la muestra "Mañana será demasiado tarde", aglutinadora de las reflexiones de dos docenas de artistas de la plástica quienes, en abierta conjunción, ofrecen sus puntos de vista sobre el tiempo por venir.

Diversas generaciones, estilos y formas de hacer convergen en tiempo y espacio para regalarnos y alertarnos mediante el arte de sus criterios sobre los retos que deberemos encarar los humanos a lo largo de este Tercer Milenio cuyos primeros 10 años están a punto de fenecer.

Eduardo Abela, Agustín Bejarano, Vicente Bonachea, Jacqueline Brito, Yamilis Brito, Roberto Fabelo, José Fúster, Mario Miguel González, Sándor González, Javier Guerra, José Antonio Hechavarría, Jesús Lara, Alicia Leal, Alexis Leyva (Kcho), William Pérez, Mabel Poblet, Alain Pino, Ernesto Rancaño, Eduardo Roca (Choco), Jorge Luis Santos, Reinerio Tamayo, José Omar Torres, Harry Sam y Alfredo Sosabravo, son los encargados de enrolarnos en esta aventura.

El documentalista Roberto Chile, organizador de la muestra y curador, aporta su óptica sobre tan urgente reclamo y, mediante la técnica del videoarte, contribuye a la mejor comprensión estética de lo expuesto.

Como punto de partida, el tiempo será el leit motiv sobre la urgencia de hallar el camino que implique la supervivencia de nuestra civilización desde el desarrollo sostenible.

Es el llamado a preservar nuestra y todas las especies que habitamos la Tierra, como vía irrenunciable de la especie humana en medio de los riesgos por los cuales atravesamos desde que abrimos los ojos al mundo.

"Mañana será demasiado tarde para hacer lo que debimos haber hecho hace mucho tiempo", fueron las palabras escogidas por Fidel para finalizar su impactante discurso pronunciado ante la Cumbre de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, efectuada en Río de Janeiro en junio de 1992.

Los años transcurridos desde entonces le han dado plenamente la razón. Fue aquella oratoria compacta y elocuente visión anticipadora "del absurdo camino de autodestrucción en que se había empeñado la humanidad por su frenético afán de consumo en detrimento del medio natural y de los recursos del planeta", ha confesado el doctor Pedro Álvarez Tabío.