Cooperativa Los Cerezos, en Imías

Diversificación montaña adentro

Jorge Luis Merencio Cautín

Antonio Pineda Labañino es de los que cree en la diversificación de los renglones como herramienta para obtener resultados económico-productivos sostenibles.

Se dice que el mulo combina las mejoras cualidades de sus padres: la sobriedad, paciencia, tenacidad y el paso seguro del burro; y el vigor, la fuerza y el valor del caballo.

Por eso, su desempeño como administrador de la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) Elio Omar Noa, de Los Cerezos, en el municipio guantanamero de Imías, ha estado encaminado al fomento de nuevas producciones.

Al ganado vacuno, línea tradicional del colectivo, lo acompañan hortalizas, viandas, granos y la crianza de otros animales como ovino-caprinos, cerdos (mediante convenios con el Estado) y últimamente mulos.

De ese híbrido resultado del cruce de burro con yegua, el pasado año hicieron sus primeras ventas, dirigidas al Plan Turquino, y tienen las condiciones para el incremento de estos animales, destinados al trasiego de café, cacao, coco y otros renglones agrícolas en las serranías.

Los mulos son animales resistentes a las condiciones difíciles de trabajo y al clima rudo, como el de esta zona, por eso se multiplicaron partiendo de asegurar un buen patio de reproductoras y sementales, expresa Pineda Labañino.

Expone Antonio que Imías es el municipio con mayor cantidad de estos équidos de trabajo, y a la vez, el de mayor demanda, de ahí la necesidad de que nuevos productores se incorporen al incremento de la masa.

La incursión de la Elio Omar Noa en la producción de mulos, y de otras UBPC como la también imiense 36 Aniversario del Triunfo de la Revolución, obedece a la necesidad de ese municipio y de la provincia de recuperar tan valioso medio de carga, vital para un territorio cubierto un 75% por montañas, de las cuales hay que extraer la mayoría de las producciones agrícolas.

Guantánamo cerró el 2008 con 4 645 mulos de trabajo en áreas del Plan Turquino, cantidad aún distante de sus necesidades, que rondan los 7 000 animales, según datos aportados por el Centro Provincial de Control Pecuario.

Para eliminar ese déficit, o al menos reducirlo en los próximos años, la provincia trabaja en un programa de fomento de la masa, el cual se extiende a todos los municipios y a las diferentes formas de producción agrícola, incluyendo a la Empresa para la Protección de la Flora y la Fauna.

Esa entidad dispone desde el 2004 del Centro de Cría La Sierrita, próximo a la comunidad Costa Rica, y es de su interés, apenas solucione el problema con el abasto de agua a los animales, crear otro en las inmediaciones, con 150 reproductoras.

Yerlandi Guilián, subdelegado de ganadería en el territorio, informa que la estrategia para cubrir en unos años las necesidades de mulos de trabajo se dirige a la construcción de nuevas unidades (existen siete) y de patios de yeguas con burros y puntos de monta, los que al cierre del 2008 totalizaron 40 y 60, respectivamente.

Reconoce Yerlandi que corresponde al sector privado la labor protagónica en el fomento de esas bestias.

Precisa Antonio, que determinadas carencias no van a impedir que se continúe avanzando hasta lograr los animales que demandan las montañas guantanameras.

 

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