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El FMI reconoció hoy sentirse culpable por los errores cometidos a
la hora de identificar las raíces de la crisis económica y no haber
estado a la altura de su trabajo como principal supervisor del
sistema financiero.
En una serie de documentos que analizan las primeras lecciones de
la crisis, el Fondo Monetario Internacional culpó a la falta de
coordinación en la supervisión y a la ineficacia de sus mensajes no
haber podido detectar a tiempo que el auge del crédito podría
explotar de una manera dramática.
Indicó que las advertencias antes de la crisis, incluyendo las
suyas, fueron muy aisladas y poco específicas para forzar a los
gobernantes a actuar.
Entre la larga lista de sus fallas, el FMI reconoció que su
supervisión no detectó o que subestimó los riesgos, mientras que las
evaluaciones optimistas y los mensajes generales alentaron la
autocomplacencia.
Esta crisis ha sido una llamada de alerta para reconsiderar la
efectividad de la arquitectura de las finanzas internacionales y en
particular para los mecanismos para detectar los riesgos sistémicos,
dijo Reza Moghadam, director del departamento de políticas y
revisiones del FMI.
Moghadam señaló que la crisis reveló fallas no sólo en la
supervisión mundial sino en la coordinación de políticas
financieras.
El FMI sostuvo que el debate de políticas mientras avanzaba la
crisis fue fragmentado y aislado en todos los foros, incluyendo al
mismo Fondo.