La página de internet de noticias locales Lapolaka.com, calificó
el hecho como el "enésimo atentado criminal".Y aunque el teniente
fue internado en un centro médico "custodiado por decenas de agentes
armados", su tranquilidad duró poco.
El diario Los Angeles Times informó el miércoles que Hernández,
abandonó el hospital, pese a sus heridas y cruzó la frontera a El
Paso, donde presentó una planilla de asilo político ante las
autoridades migratorias estadounidenses, y fue inmediatamente
llevado a un centro de detención para migrantes.
Al caso del policía se suma la historia del mismo cronista que
relató el atentado, el periodista mexicano Jorge Luis Aguirre. El
fundador de Lapolaka.com dijo a BBC Mundo en una entrevista
telefónica que también se ha visto obligado a cruzar la frontera
hacia El Paso para ponerse a salvo de la violencia.
"Preguntó mi nombre y me dijo que ‘tu eres el que sigue, hijo de
tu chingada madre’. Eso fue lo que me dijo y colgó", así recuerda
Aguirre la llamada telefónica anónima que lo impulsó a exiliarse en
El Paso.
La amenaza ocurrió en noviembre del 2008, cuando se dirigía hacia
el velorio del periodista Armando "Choco" Rodríguez de El Diario de
Juárez, quien acababa de ser asesinado a tiros.
"Me regresé con rumbo a mi casa, pero no llegué a la casa. Dejé
la troca (camioneta) en un mall (centro comercial), en un
estacionamiento público, y me fui a pie y le hablé a mi esposa para
que me recogiera en otro vehículo y me trajera a mis hijos y nos
fuéramos a El Paso directamente", agregó.
El periodista de 51 años de edad, junto a su esposa y sus tres
hijos, actualmente vive en El Paso con una visa temporal de un año
que había tramitado anteriormente para cumplir con su labor
informativa de ambos lados de la frontera.
Sin embargo, otro colega de la rama, Emilio Gutiérrez, de El
Diario de Chihuahua, no tuvo tanta suerte. En el 2008 cruzó la
frontera hacia El Paso y pidió asilo político tras haber escrito una
serie de artículos que criticaban la actuación del Ejército mexicano
en la lucha antidrogas.
Estuvo recluido en un centro de detención para migrantes durante
siete meses hasta que lo soltaron, para que pudiera seguir
tramitando su solicitud de asilo.
El Servicio de Inmigración y Ciudadanía de EE.UU. (USCIS, según
sus siglas en inglés) informó que si bien la cifra es pequeña en
relación al total de casos que maneja el gobierno, el número de
mexicanos que recibieron asilo político se incrementó de 179 en el
2007 a 312 en el 2008.
Los ajustes de cuentas entre narcotraficantes cobraron al menos 6
300 vidas en México en el 2008 y todo indica que este año se
mantendrá el mismo ritmo de muertes violentas.
Desde el comienzo del 2009 ya suman más de 350 las víctimas de
asesinatos en Ciudad Juárez. El presidente mexicano, Felipe
Calderón, atribuye la actual espiral de violencia en todo el país a
un cambio en el "modelo de negocios" del narcotráfico y a una
confrontación "muy clara" entre los cárteles de la droga de Juárez y
Sinaloa.
"Yo creo que la violencia se va a poner peor. Voy a agotar los
términos de mi visa y voy a ver qué hago. En última instancia, voy a
pedir el asilo", señaló Aguirre.