Cómo Wall Street pagó su propio funeral

Por Marina Litvinsky

WASHINGTON.— Un nuevo informe concluyó la culpabilidad de Wall Street por la desregulación que derivó en la actual crisis financiera internacional.

Presentado por la Fundación por Información Esencial y la Educación del Consumidor, de Estados Unidos, el estudio documenta miles de millones de dólares gastados por el sector financiero en lo que finalmente sería su propia perdición.

El informe, de 231 páginas titulado "Sold Out: How Wall Street and Washington Betrayed America" (Agotado: Cómo Wall Street y Washington traicionaron a Estados Unidos), muestra que el sector financiero invirtió más de 5 000 millones de dólares en comprar influencia política durante la última década.

Unos 3 000 cabilderos lograron desregulaciones y otras decisiones políticas que derivaron directamente en el actual colapso financiero.

"El informe detalla, paso a paso, cómo Washington sistemáticamente agotó a Wall Street", dijo Harvey Rosenfield, presidente de la Fundación, organización no gubernamental con sede en el occidental estado de California.

"Los programas de la era de la Gran Depresión que hubieran evitado la crisis financiera iniciada el año pasado fueron desmantelados, y las alertas de aquellos que pronosticaban el desastre fueron ahogadas en un océano de dinero político", dijo.

"Los estadounidenses fueron traicionados, y estamos pagando un alto precio —de billones de dólares—por esa traición", añadió.

Según el informe, los organismos reguladores del Congreso legislativo y del Poder Ejecutivo permitieron en las últimas tres décadas la erosión del sistema que impedía que el sector financiero actuara según sus propias tendencias.

De 1998 a 2008, intermediarios financieros de Wall Street, bancos comerciales, fondos de inversión, compañías estatales y conglomerados del sector de seguros hicieron contribuciones políticas por 1,7 billones de dólares y gastaron otros 3 400 millones en cabildeo, lo que significó una fuerza devastadora que aniquiló la regulación federal.

"El Congreso y el Ejecutivo respondieron a los sobornos legales del sector financiero, anulando los estándares del sentido común, impidiendo que los reguladores fijaran las pautas para afrontar los problemas emergentes", señaló Robert Weissman, principal autor del informe. (IPS)

 

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