La selección nacional de Corea del Sur, flamante campeona olímpica, derrotó hoy sin contratiempos 9-0 a Taipei de China, durante su debut en el II Clásico Mundial de Béisbol.

Desde el primer inning, los vencedores aprovecharon al máximo el notable descontrol del abridor rival, el derecho de los Indios de Cleveland Chen-Chan Lee, y marcaron un rally de seis anotaciones, al postre decisivo.

En el gran racimo influyeron el hit del cuarto madero coreano, Tae Kyun Kim, propulsor de dos carreras, y el cuadrangular con las bases llenas del jardinero izquierdo Jin Young Lee.

El segunda base Keun-Woo Jeong, disparó el otro jonrón de la velada, bueno para remolcar dos carreras en el sexto rollo. También sobresalieron por los actuales campeones olímpicos su tercer y quinto maderos, autores de un sencillo y un doble per cápita.

Kim In Suk, manager de Sudcorea, otorgó la responsabilidad de abrir el primer juego de su equipo en el Clásico al zurdo Hyunjin Ryu, quien venciera a Cuba en la final olímpica de Beijing 08, y éste no lo defraudó.

En total lanzó las tres primeras entradas del partido sin permitir carreras ni hits a sus rivales, a quienes propinó tres ponches. De esta manera, el astro coreano conquistó el éxito que colocó a su selección en la cima del Grupo A junto a la novena de Japón.

Los lanzadores que salieron hoy por Corea de Sur al diamante del estadio Tokyo Dome, hicieron alarde de eficiencia, control, velocidad, concentración y de una diversidad de estilos impresionante.

Asimismo, los coreanos brillaron en la defensiva, al punto de fabricar cuatro jugadas de doble play y no cometer errores.