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Bárbaro Morgan pensaba que podía
En 1978 Luis Ocaña obtuvo la primera medalla de Cuba
en mundiales de lucha, y un rato después él logró la segunda
RAFAEL PÉREZ VALDÉS
rafael.p@granma.cip.cu
Hay casos de veras inolvidables. Uno de ellos recibió un
reconocimiento de los federativos locales de la lucha. Aquí va la
historia: antes del inicio del Campeonato Mundial de México¢
78, los luchadores cubanos nunca habían podido subir al podio de
esos certámenes; pero¼ ¡en un mismo día
lo hicieron dos veces!
En
sus años como deportista.
Primero lo consiguió Luis Ocaña (división de los 52 kilogramos),
entrevistado hace poco en nuestra página. Y al rato lo hizo Bárbaro
Morgan (100).
Un poco más de 20 años después, ha llovido mucho desde entonces,
Morgan muestra el mérito adicional, comparado a muchos casos, de
poseer un peso corporal relativamente parecido al de entonces: 112
kg.
"Sí, uno hace sus cosas¼ Es un
propósito que he tratado de llevar: no aumentar demasiado. Juego
baloncesto; realizo carreritas de vez en cuando. En cambio, no
realizo una dieta estricta", reveló.
Le preguntamos si el retiro, en 1980, con 29 años de edad,
resultó en el tiempo oportuno, y se rió como mostrando un
desacuerdo: "Lo hice siendo campeón nacional." Después, enseguida,
siguió con una aparente contradicción: "Creo que sí, el momento fue
el adecuado. Pude entrar entonces como aprendiz de entrenador, y
desde 1981 soy uno de los de la selección nacional."
Aquel metal de bronce (igual color al de Ocaña) estaba dentro de
las posibilidades.
Hace
unos días, en su faceta de entrenador.
"Ese año yo le había ganado, en Camagüey, al alemán democrático
que después fue campeón mundial allí en México, donde solo perdí con
él y con el soviético, medallista de plata", dijo refiriéndose,
respectivamente, a Harald Buettner y Levan Tediashvili. En esa cita,
en su camino decidido al bronce, derrotó a tres rivales.
"Se había realizado un trabajo por los compañeros del Instituto
Superior de Cultura Física Manuel Fajardo, en el cual debo mencionar
a Silvio González, para poder desempeñarnos bien en las condiciones
de altura", rememoró.
Ante otra pregunta recordó sus puntos fuertes:
"La posición de pie, el barrido de piernas, y el enganche."
Hoy Bárbaro Morgan entrena, enseña, aconseja, educa, anima¼
Y quien lo escucha sabe muy bien que le está hablando un medallista
mundial. |