Gaiteros, bailarines a la usanza asturiana y composiciones de
música antigua, reviven Pinar del Río las raíces culturales de los
hijos de esa región española que vinieron a la Isla en el siglo XIX.
Los emigrantes, quienes encontraron en el comercio una de sus
primordiales fuentes de sustento, refundaron proyectos de vida en el
archipiélago, apegados a las melodías, danzas y otras tradiciones
peninsulares.
Varias oleadas de los entonces recién llegados erigieron sus
hogares en esta provincia del occidente cubano, donde sobreviven
esencias de las manifestaciones artísticas y otras festividades, que
constituyen reliquias patrimoniales de la actual comunidad autónoma.
Para Beatriz Martínez, cuyos ancestros protagonizaron la travesía
por el Océano, la impronta de sus orígenes revive con cada sonido de
la gaita o los acordes de la agrupación que dirige, perfumada por
los aires del medioevo.
Resurrectio (Resurrección) surgió en 2004 con el fin de preservar
el estilo y el espíritu de ancestrales piezas musicales que
florecieron en Asturias.
Por nuestros padres y abuelos conocimos de las peregrinaciones,
juegos populares y otras celebraciones que alimentan un rico
folclore.
Ese puente erigido antaño, se mantiene robusto gracias al abrazo
del grupo español Xareu D´Ochobre, o fiesta de octubre, que en más
de una oportunidad ha venido a esta provincia para fortalecer el
legado de los emigrados.
La siguiente visita a partir del 10 de marzo próximo, será una
magnífica oportunidad para respirar una brisa de esa cultura,
defendida con orgullo por centenares de lugareños, agregó.
La compañía recreará aquí los bailes tradicionales del occidente
y oriente asturianos, al compás de panderetas, castañuelas y los
rápidos movimientos de las parejas.
La jota, en sus diversas modalidades melódicas y danzarias,
estará acompañada por el bullicio de añejos instrumentos y las
procesiones de ramos, una suerte de romería en Cuba, explicó
Martínez.
"Será una gran fiesta para los que crecimos escuchando las
historias de la comunidad, que tiene a Oviedo como capital, famosa
por su sidra y por riquezas arquitectónicas en las que sobresalen
exponentes del arte prerománico y románico, gótico, barroco y
renacentista.
De cierta forma Resurrectio, con sus coros, gaiteros y violines,
ha mantenido vivas nostalgias y herencias, al otro lado del
Atlántico, aseveró.