CARTAGENA DE INDIAS.— Iberoamérica y sus distintas
cinematografías pugnan por los lauros India Catalina que confiere el
Festival Internacional de Cine que en su 49 edición se desarrolla
aquí hasta mañana sábado, cuando serán entregados tales premios
dentro de las categorías de ficción, documental y cine colombiano.
En las confrontaciones que hasta el momento han tenido los
diferentes jurados con los filmes en competencia, dentro de la
sección oficial iberoamericana (y que integra nuestra coterránea
Lola Calviño, vicedirectora de la Cinemateca de Cuba), varios
títulos ya inquietan al público, la crítica y los participantes del
evento.
Entre ellos La nana, del chileno Sebastián Silva, que
sigue a una déspota y agria sirvienta de clase alta la cual,
literalmente, no tiene paz con cualquier colega a la que contratan
para ayudarla en sus múltiples tareas, hasta que aparece una joven
desprejuiciada y jovial que da un vuelco a la personalidad y
cosmovisión de la protagonista.
Otro que provocó una recepción masiva y entusiasta, como ocurre
con toda proyección local, fue el colombiano Arriero, de
Guillermo Calle, con presencia de buena parte de su equipo de
realización. Con el mundo del narcotráfico de contexto, si otros
abordajes recientes han focalizado la figura de "la mula" (esa mujer
que porta en su estómago la droga), ahora este filme lo hace a quien
elige y controla a tales "empleadas", y cuyo oficio titula el filme.
Se proyectó también la propuesta cubana a la competencia de
largometrajes de ficción, El cuerno de la abundancia, que tan
buena acogida tuviera entre nosotros. Presentada aquí por su
director, Juan Carlos Tabío, y dos de sus actores (Tahimí Alvariño y
Bárbaro Marín), el nutrido auditorio que acudió al Centro de
Convenciones, aplaudió satisfecho al finalizar la proyección.
El acápite documental ha ofrecido entre otros títulos
motivadores, el mexicano Trazando Aleida, de Cristiana
Burkhard, en torno a la desesperada búsqueda de una mujer al hermano
a quien no conoce, debido a que fueron separados y adoptados por
diferentes familias cuando niños, durante la llamada "guerra sucia"
que sacudió el país en 1975.
Dentro de la muestra internacional (no competitiva) descuella
(además de la tremenda acogida del Che, de Soderbergh) el
filme Absurdistán, del alemán Veit Helmer: hermosa y original
comedia ubicada en una aldea imaginaria, donde la sequía es un mal
no peor que la abulia, pero estimula la inventiva del joven
protagonista; historia de amor y calado costumbrista, así como un
excelente nivel actoral, caracterizan esta pieza que ha contado con
la aprobación entusiasta de los participantes e invitados al
Festival.
Otra actividad muy significativa y de gran respaldo popular
resulta Cine bajo las Estrellas, totalmente gratuita y como indica
su nombre, al aire libre, con participación entusiasta de los
barrios; dentro de ella se han programado varias cintas de Julio
García Espinosa, presente en el Festival y en esas proyecciones,
entre estas Aventuras de Juan Quinquín y Cuba baila.