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El presidente japonés, Taro Aso, ordenó el envío de buques de la
Armada para combatir la piratería en el Cuerno de África, informó
hoy el principal portavoz del Gobierno, Takeo Kawamura.
Según el secretario en jefe del gabinete, Aso dispuso que las
discusiones sobre cómo podrían actuar sus fuerzas contra los piratas
se adopten con celeridad.
Medios de prensa destacaron que la decisión se conoció el mismo
día en que tres naves chinas zarparon hacia la zona.
El envío de militares nipones al transitado golfo de Adén y el
océano Índico frente a Somalia podría resultar en un dolor de cabeza
diplomático y legal para Japón, añadieron.
Sus actividades militares en el extranjero están estrictamente
restringidas por su Constitución pacifista redactada después de la
Segunda Guerra Mundial.
Aso declaró recientemente que Tokio consideraría enviar buques
para combatir el aumento de la piratería, bajo una ley de seguridad
marítima existente.
Aprobar una nueva legislación como la que justificó el envío de
soldados nipones a Iraq requiere de mucho tiempo.
La normativa actual sólo permite que la Armada proteja a naves
japonesas.
Al respecto, observadores vaticinaron críticas de otros países
cuyos barcos vigilan la zona.
Frente a las costas de Somalia se han reportado cerca de 110
ataques contra barcos y 42 secuestros durante este año, por los que
se han pedido rescates.
Los piratas tienen aún en su poder 14 de buques y 240 tripulantes
en calidad de rehenes, indicó la Oficina Marítima Internacional.
En septiembre de este año fue liberado un barco japonés y sus 21
tripulantes a cambio de dos millones de dólares.