La plata lograda por Yoanka González en los Juegos Olímpicos de
Beijing, la convirtió en la primera medallista estival cubana del
ciclismo, para figurar entre los 10 mejores atletas de Cuba en 2008.
Aunque esta no fue, en sentido general, su temporada de mejores
desempeños, la villaclareña probó su fortaleza mental y con acertada
estrategia se lució en la capital china con el segundo puesto en la
carrera por puntos, en medio de una gran tristeza que peligró
recoger el fruto de años de sacrificios.
Su compañero de vida y deporte, Pedro Pablo Pérez, se debatía
entre la vida y la muerte, tras un accidente automovilístico,
ocurrido pocos días antes de la partida hacia Beijing.
Pero la pedalista de 32 años de edad, quinta de su especialidad
en el Campeonato del orbe, en marzo último, tenía la gran motivación
de llevarle una medalla a su esposo y para eso se esforzó en el
velódromo de Laoshan.
En ese mismo escenario, ya había logrado también el metal
plateado en la segunda fase de la Copa del Mundo.
Precisamente, esa fue su mejor actuación en un certamen en el que
la cubana acostumbra estar entre las medallista varias veces, ya que
se quedó sin clasificar a la final en la primera parada de Sydney,
sufrió caída en la tercera, en Los Ángeles, y fue novena en la
última, en Copenhague.
La reina del orbe de scratch en 2004 y varias veces en la carrera
por puntos anunció su despedida del escenario olímpico, pero no del
deporte.
Actualmente, descansa y ayuda en la recuperación física de Pérez,
tetramonarca de la Vuelta a Cuba, pero volverá por uno o dos años
más al óvalo, a seguir escribiendo historia.