Anand, el fin del cisma

LEMAY PADRÓN

Después de varios años sin un legítimo rey, el ajedrez mundial despidió el 2008 con un monarca reconocido por todos: el Gran Maestro indio Viswanathan Anand, quien ganó la corona unificada de la Federación Internacional (FIDE), por sus siglas en francés.

El cisma del juego ciencia, que comenzó cuando el ruso Garry Kasparov abandonó la FIDE en 1993, terminó definitivamente con la victoria del asiático de 38 años sobre el ruso Vladimir Kramnik por el cetro universal.

En la ciudad alemana de Bonn, Anand se impuso 6.5 puntos por 4.5 en duelo de 12 partidas para acabar con el polémico reinado del ruso, vencedor de Kasparov en Londres hace ocho años. Desde entonces, Kramnik se negaba a reconocer a otro campeón del mundo, pese a la celebración de varios certámenes planetarios organizados por la FIDE.

Los principales torneos del año fueron ganados por Anand (Linares), el noruego Magnus Carlsen (Wijk aan Zee y Aerosvit), el ucraniano Vassily Ivanchuk (MTel Masters) y el armenio Levon Aronian (Grand Prix de Sochi).

Entre las damas, la rusa Alexandra Kosteniuk devolvió a su país las glorias en este sexo, tras algunos años de dominio chino, al superar a la trebejista de esa nación Yifan Hou, 2.5 a 1.5, en Nalchik, Rusia.

Mientras, en el sector juvenil los nuevos campeones son también de la India: Abhijeet Gupta, y Dronavalli Harika entre las chicas.

La temporada cerró con la celebración de la Olimpiada Mundial en la ciudad germana de Dresde, donde Armenia defendió exitosamente su cetro del 2006 entre los hombres, y Georgia lo reconquistó entre las damas. A la lid asistieron todos los principales trebejistas del planeta, con la única excepción de Anand, que todavía saboreaba las mieles de su triunfo en Bonn.

LEINIER, REY DE AMÉRICA LATINA

Un nombre brilló entre todos los ajedrecistas de América Latina y el Caribe, el del cubano Leinier Domínguez, quien se convirtió en el primero de la región en superar la cota de 2 700 puntos de Elo.

La hazaña del caribeño, conseguida a inicios de año, fue aderezada con el título en el Campeonato Mundial de partidas rápidas, y en el tradicional Capablanca in Memoriam.

En la primera de estas lides, Domínguez finalizó invicto en 15 partidas, con ocho triunfos, incluyendo algunos importantes ante los estelares rusos Alexander Morozevich y Peter Svidler, el israelí Boris Gelfand y la húngara Judith Polgar. Asimismo conquistó los segundos puestos en los torneos de Biel, Suiza, y Sarajevo, Bosnia.

En la Olimpiada Mundial, Cuba ocupó los lugares 23 masculino y 25 femenino, pero las palmas se las llevaron la antillana Oleiny Linares y la ecuatoriana Martha Fierro. La ajedrecista de Santiago de Cuba finalizó invicta en sus 10 encuentros, con ocho éxitos, por lo cual mereció la medalla de plata en el cuarto tablero. Linares ganó 41.3 puntos para su Elo, aunque en este sentido las más sobresalientes de Latinoamérica fueron la uruguaya Sofía Donatti (52), la guatemalteca Carolina Mazariegos (50) y la mexicana Diana Real (42.8).

Varios jugadores de la región obtuvieron en el 2008 sus títulos de Grandes Maestros, con destaque para el venezolano Eduardo Iturrizaga, primero de su nación en alcanzar tan alta distinción. El jovencito de 18 años consiguió su título al finalizar en el segundo puesto en el Campeonato Iberoamericano, celebrado entre las ciudades de Morelia, México, y Linares, España.

El ajedrez cierra así el 2008 con muchos motivos para celebrar, tras años de pugnas internas, y Latinoamérica muestra también señales de desarrollo, sobre todo en el orden individual. (PL)

 

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