El acueducto por gravedad del río Duaba, obra financiada por la
Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), clasifica como la
principal colaboración extranjera en Baracoa, ciudad de la provincia
de Guantánamo que cumple 500 años de existencia en el 2011.
La obra resolverá definitivamente el acuciante problema del
abastecimiento del preciado líquido a más de 42 mil habitantes de la
Primera Villa y Capital de Cuba y forma parte del cúmulo de
inversiones del gobierno cubano para la transformación de esta urbe
nororiental.
Fundada por Diego Velásquez el 15 de agosto de 1511, la villa
baracoense es favorecida por un proceso inversionista que prioriza
la recuperación del fondo habitacional destrozado por sendas
penetraciones del mar en marzo, y septiembre, la última debida al
huracán Ike.
Al millonario monto del Programa de Desarrollo Local que
beneficia la arquitectura colonial, los servicios y la sociedad, se
suman colaboraciones foráneas en objetivos como la iglesia Nuestra
Señora de la Asunción de Baracoa, declarada Catedral en 1511 por
Bula del Papa X, Juan de Médicis.
La Iglesia Parroquial Mayor, custodio de la única Cruz de Parra
existente de las 29 plantadas por Cristóbal Colón en América, se
reconstruye mediante un proyecto conjunto con Italia, fuerzas
locales y el Centro Nacional de Conservación, Restauración y
Museología del Ministerio de Cultura cubano.
Con colaboración internacional también se adelanta el proyecto La
Ruta del Cacao, el cual incentivado por la UNESCO propicia el
rescate del patrimonio material e inmaterial que circunda
culturalmente a ese cultivo considerado en Baracoa, esencia,
sentimiento, vida e identidad del territorio.
Declarar a la ciudad más antigua de Cuba como Patrimonio Cultural
de la Humanidad es una vieja aspiración de los habitantes de región
visitada por el Almirante Cristóbal Colón el 27 de noviembre de 1492