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La nueva Constitución boliviana responde a los intereses del pueblo,
el cual por primera vez en la historia de este país tendrá la opción
de elegir su futuro, aseguró hoy el ministro de Educación, Roberto
Aguilar.
De acuerdo con el funcionario, en la consulta sobre la carta
magna, el próximo 25 de enero, los ciudadanos podrán respaldar un
texto garante de sus derechos fundamentales.
Nunca una Ley de leyes fue sometida en Bolivia al criterio
popular, antes las redactaban abogados y se aprobaban en los poderes
del Estado, recordó en esta ciudad capital del oriental departamento
de Beni, durante el acto que lo declaró territorio libre de
analfabetismo.
Aguilar mencionó a las miles de personas reunidas para la ocasión
los beneficios sociales incluidos en la Constitución impulsada por
el Movimiento al Socialismo.
Cuando digan sí a la nueva Ley Suprema de la República adquirirán
la prerrogativa de exigirle a los gobiernos cuestiones reflejadas en
la misma, tales como el derecho a la vida, la salud, la educación,
el empleo, la vivienda y el acceso a los servicios básicos, afirmó.
Según el ex vicepresidente de la Asamblea Constituyente, la carta
magna ha sido objeto de calumnias por parte de sectores opuestos a
la refundación nacional.
Dijeron que prohibía la religión y la propiedad privada, además
de acusarla de ir contra las autonomías, lamentó el otrora rector de
la Universidad Mayor de San Andrés.
Todas son mentiras y falsedades sobre un texto diseñado para el
bienestar general de la sociedad sin excluir absolutamente a nadie,
fustigó.
Aguilar asistió junto al presidente Evo Morales a la ceremonia
que convirtió a Beni en el noveno departamento sin iletrados, con lo
cual Bolivia está lista para el próximo 20 de diciembre unirse a
Cuba (1961) y Venezuela (2005) como naciones que expulsaron ese
flagelo en Latinoamérica.
Más de 820 mil ciudadanos aprendieron a leer y escribir en los
327 municipios de este país andino, gracias al método audiovisual
cubano Yo, sí puedo.