La pacifista norteamericana Cindy Sheehan reclamó hoy el cierre
inmediato del centro de tortura de la ilegal Base Naval de
Guantánamo, que el Gobierno de Estados Unidos ocupa en contra de la
voluntad de Cuba.
Es abominable y crimen de lesa humanidad la práctica de torturas
como método para obtener confesiones de los detenidos en ese enclave
militar -en manos de Washington desde hace más de un siglo-, dijo a
la Agencia de Información Nacional la visitante.
Yo viajé a Guantánamo en enero de 2007 para exigir que mi
Gobierno cierre esa prisión y otros centros de detención similares
en otras partes del mundo, dijo la entrevistada, quien se pronunció
por que a los prisioneros sean sometidos a un juicio justo o los
liberen.
Sheehan procede de una familia de clase media de la ciudad
estadounidense de Los Ángeles y nunca había ejercido el activismo
político, pero la muerte en abril de 2004 de su hijo Casey en la
guerra contra Iraq, despertó su conciencia y, desde entonces
encabezó un movimiento en su país para exigirle el fin del conflicto
y de la ocupación militar.
Acerca de Cuba, manifestó que es un país hermoso, de hospitalario
pueblo.
Señaló que su sueño es que la nueva Administración (del
Presidente electo Barack Obama) elimine las prohibiciones de viaje a
la Isla Caribeña, que pesan sobre los ciudadanos estadounidenses.
También se pronunció por la eliminación del bloqueo económico,
comercial y financiero norteamericano contra la nación antillana.
Afirmó que ello permitiría que más personas de mi país puedan
disfrutar de las experiencias cubanas en muchos campos.
Cindy Sheehan, junto a Cynthia McKinney, ex candidata
presidencial norteamericana por el Partido Verde, y el fraile
dominico brasileño Frei Betto integran el más de un centenar de
personalidades extranjeras asistentes al Taller Internacional "La
Declaración Universal de los Derechos Humanos: 60 años después", en
el Palacio de Convenciones de La Habana.