.— Israel discutió una posible
operación militar a gran escala contra la Franja de Gaza, controlada
por el grupo islámico Hamas, aunque en el gabinete de Ehud Olmert
afloraron divergencias de matices, destacó hoy un influyente
rotativo.
De acuerdo con el periódico Yediot Aharonot, la canciller hebrea,
Tzipi Livni, favoreció una respuesta más decisiva, equivalente a un
ataque militar contra el Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas)
por los disparos de cohetes contra el territorio israelí.
Esa agrupación ha disparado decenas de misiles contra Israel, sin
causar ninguna víctima fatal, en respuesta a las incursiones aéreas
del ejército de Tel Aviv, que desde el pasado 4 de noviembre dejaron
un saldo de al menos 15 palestinos muertos y decenas de heridos.
Incluso, agregó la publicación, el ministro de Defensa, Ehud
Barak, conocido por su posición de fuerza respecto a los palestinos,
abogó por la moderación, aunque tampoco descartó ataques
posteriores.
Barak evita una escalada militar en este momento movido por el
interés de conseguir progresos en las negociaciones para liberar al
soldado israelí Gilad Shalit, prisionero de Hamas desde 2006.
A comienzos de esta semana, el titular de Defensa criticó la
postura de Livni al afirmar ser conciente de la coyuntura política
debido a las elecciones de febrero y del impacto de los ataques con
misiles, pero puntualizó que la operación no irá de ningún modo.
La jefa de la diplomacia y líder del partido oficialista Kadima
convocó para hoy una reunión con Barak y Olmert, y confiaba contar
con el apoyo del jefe de gobierno para adoptar una acción de
cualquier alcance, porque, según su opinión, fuego debe ser
respondido con fuego.
Entretanto, indicó Yediot Aharonot, la oficina de Olmert afirmó
que Israel no aceptará fácilmente las condiciones de la tregua tal
como estaba y nunca basada en la actual situación, un día después de
que el primer ministro saliente lanzó claras amenazas de agresión a
Hamas.
La agrupación islámica firmó en junio de este año un acuerdo de
cese del fuego con Israel, gracias a la mediación de Egipto, pero
los ataques judíos de noviembre pasado y la consiguiente reacción de
los islamistas amenazaron con echar por tierra ese pacto.
La tregua deberá ser renovada la próxima semana por otros seis
meses y aunque ambas partes aseguran estar interesadas en ella, el
clima de beligerancia y tensiones induce a poco optimismo.