El jardinero derecho de Camagüey, Dariel Álvarez, tiró el juego para la tonga en el décimo capítulo y obsequió una victoria 6-5 a los azules de la capital.

Monótono, lento y aburrido transcurrió hasta las postrimerías el desafío del parque Latinoamericano entre las novenas de Industriales y Camagüey.

El abridor azul, Ián Rendón, logró avanzar seis episodios, en los que le conectaron solo dos imparables, le marcaron una carrera y otorgó cinco pasaportes.

Su oponente, el derecho Ricardo Estévez no tuvo una noche feliz. Sus lanzamientos fueron fácilmente descifrados por los bateadores industrialistas y explotó en el cuarto episodio con el marcador 3-0.

La dinámica tediosa del desafío terminó por desalojar a los pocos aficionados que asistieron al Latino. Solo los cuidadores (CVP), el personal de servicios, y algunos pocos fanáticos (ultras) llegaron hasta el inesperado momento clímax del choque.

Con una clara ventaja de 4-1, el relevista azul Odrisamer Despaigne se dispuso a cerrar el noveno inning del juego. A partir de se momento comenzó el verdadero espectáculo.

Luis Ulacia, manager de Camagüey, introdujo dos emergentes consecutivos y la estrategia le funcionó a las mil maravillas.

Ambos sustitutos conectaron imparables, para iniciar así el racimo de tres anotaciones culminado por hit a la pradera central del bateador designado, Alexei Palmero. El marcador: 4-4.

En el décimo los camagüeyanos consiguieron la colosal remontada 5-4, gracias en gran medida al boleto negociado por Dariel Álvarez, héroe del desafío, que impulsó de caballito la quinta anotación.

Y llegó el último chance de los anfitriones. El relevista agramontino Yunier Germán, de majestuosa actuación en el choque, permitió doble del camarero azul Torriente y fue sustituido por el taponero Yormany Socarrás.

Después de sacar dos outs y permitir el avance de Torriente a la antesala, el cerrador otorgó un boleto a Tabares, quien robó segunda y así dejar la escena lista para el gran regalo.