Japón retirará todos sus efectivos militares de Iraq para fines de
año, misión en la que está enfrascado desde marzo de 2004, anunció
hoy el ministro de Defensa, Yasukazu Hamada.
El gabinete, por su parte, dijo que a fines de 2008 expira la
resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que
autorizó el despliegue de fuerzas extranjeras en el territorio
iraquí.
Hamada también argumentó que la situación sobre el terreno ha
mejorado y que Iraq es capaz de llevar adelante los trabajos de
reconstrucción por si mismo.
A pesar de esta retirada, el primer ministro nipón, Taro Aso,
prometió que su país seguirá apoyando a las autoridades de Bagdad
mediante préstamos en yenes y a través de la cooperación
tecnológica.
Japón siempre ha destacado que sus fuerzas militares,
estacionadas inicialmente en Samawah, llevaban a cabo tareas de
reconstrucción en el lugar y que la Fuerza Aérea de Autodefensa
contribuía mediante la transportación de alimentos y materiales.
Aunque las tropas terrestres fueron retiradas en 2006, el
servicio aéreo nipón siguió operando desde la base aérea kuwaití de
Ali Al Salem, transportando tropas y suministros hacia tres
aeropuertos en Iraq.
Según los datos suministrados, los japoneses transportaron hasta
el pasado 26 de noviembre 671 toneladas de material militar y 45 mil
800 efectivos en 810 misiones aéreas separadas.
Japón dijo que quiere concentrarse en la misión de
reabastecimiento de combustible para los buques de guerra que operan
en el océano Indico en operaciones contra los insurgentes talibanes
en Afganistán.