Es interesante obsevar cómo un territorio con
cierto esplendor económico, social y cultural, se ve asediado por su
propio impulso y otro género de contradicciones que supone la
economía emergente.
Nada preocupa tanto aquí, sin embargo, como el
déficit de maestros. Es una situación que pone en apuros a la
provincia desde hace varios años. El territorio necesita formar como
mínimo 600 maestros cada año, y según Guillermo Díaz Delgado,
director de Educación en Matanzas, la necesidad de trabajadores en
el sector asciende a 1 200 para cubrir todas las estructuras.
Guillermo
Díaz Delgado, director de Educación en Matanzas.
"Contamos con 12 000 docentes, y de ellos 9 000
son profesores frente al aula. El problema más grave es que la
mayoría son maestros en formación, y ello naturalmente repercute en
la calidad de la enseñanza".
¿Existe algún estudio que explique de manera
específica el déficit de docentes en la provincia?
"De acuerdo con el criterio de un grupo de
pedagogos, de los padres y de la propia población, la razón por la
que muchos jóvenes no quieren ser maestros y otros abandonan el
sector, es igual a la de otros territorios y está estrechamente
ligada a las condiciones materiales.
"Los padres queremos el mejor de los maestros
para nuestros hijos, pero no vemos con buenos ojos si estos deciden
por el magisterio. Más bien los hacemos torcer el rumbo. La
situación ha mejorado aunque todavía es insuficiente. Hace unos tres
años apenas unos 180 jóvenes mostraban su disposición, y en cambio
este curso la cifra se elevó hasta 1 200. "En el municipio de
Matanzas prestan servicios alrededor de 800 maestros de la provincia
y más de 200 de otros territorios, incluidos los 60 maestros
emergentes de Cienfuegos. Existe además un contingente de 300
profesores apoyando en los preuniversitarios y otro de 162 en
auxilio de la Educación Técnica Profesional."
¿Dónde se avista la solución del problema y en
qué plazo?
"Como parte de la formación de docentes y ante la
emergencia existente, este curso el Instituto Superior Pedagógico
Juan Marinello recibió la mayor incorporación en los últimos 12
años. Se trata de cursos de habilitación de ocho meses para
muchachos de onceno y duodécimo grados, y eso quiere decir que ya en
el venidero periodo escolar dichos jóvenes darán una respuesta casi
total a la demanda.
"Hoy la enseñanza que no tiene solución
definitiva es la preuniversitaria. Aquí no se perfila una salida
rápida. Esta realidad debe comportarse así otros cuatro años más o
menos.
"Hay además unos 1 200 estudiantes en los cinco
pre pedagógicos que aspiran a ser maestros. De manera que la cantera
para dentro de tres años supera los 2 000."
¿Qué hay con la deserción?
"Ha mejorado algo, pero continúa siendo un
problema. Hace tres cursos el volumen de estudiantes que abandonaban
sus estudios era de casi 400 jóvenes, y el pasado fueron 168."
¿Cómo ha sido en la provincia la respuesta de los
jubilados de Educación?
"A partir del llamado de Raúl se han incorporado
más de 200 jubilados que en estos momentos trabajan como maestros y
como tutores responsables de profesores en formación. Todos los
municipios tienen incorporación, aunque pudiera ser mayor."
¿En su opinión, dónde estriba la clave del
rechazo a ser maestro?
"Es preciso mejorar las condiciones de atención.
Es la principal causa de que el alumno de preuniversitario no quiera
engrosar las filas de bachilleres para estudiar carreras
pedagógicas, y también explica el éxodo de trabajadores."
¿Y qué hace la provincia para cambiar esa
circunstancia?
"De conjunto con el Sindicato y la dirección del
Gobierno coordinamos un programa con fundamento en diez direcciones
principales, que incluye el tema de la vivienda, la atención
estomatológica y oftalmológica, y la maestría. Evaluamos las
condiciones de las escuelas, básicamente la situación de los baños
para maestros, la alimentación y el espacio donde pernoctan los
profesores de guardia. En realidad son temas no resueltos y tenemos
el reto de continuar trabajando".
¿Falta en Matanzas alguna otra motivación para
alentar más a los maestros?
"Siempre se puede hacer más y lograr mayor
compromiso de los padres y de quienes dirigimos para motivar a los
trabajadores , pero la esencia está en la forma en la que los
atendamos".
¿Qué otra medida adicional han adoptado?
"Hemos solicitado a la dirección del país
diversas variantes, entre ellas una escuela similar a la de
formación de maestros emergentes, como la tienen Ciego de Ávila y
Ciudad de La Habana. Como hemos dicho muchas veces, la educación no
está exenta de deficiencias, que desaparecerán si las asumimos como
deber y obligación de todos."
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el maestro por vocación
A propósito del déficit de maestros en Matanzas, recogimos las
siguientes opiniones:
Es
necesario cumplir las exigencias del modelo, afirma Alejandro
Nodarse.
Yamilé Quintero
,
responsable de la comisión provincial de la asignatura de Historia.
"La concepción teórica del modelo de enseñanza en la secundaria
básica, el profesor general integral (PGI), es viable y se justifica
en su concepción y en virtud de la formación general del muchacho,
pero en la práctica la realidad del aula aturde al maestro. No se
sienten preparados para enfrentar semejante desafío".
José Antonio Colomé, asesor de ingresos a las carreras
pedagógicas. "La solución definitiva en la provincia con esfuerzos
propios va a demorar un poco. No hay plena conciencia de esta
necesidad por parte de la familia cubana, y todavía existen docentes
que no hacen gala de su desempeño. Ni educan ni motivan, aunque los
muchachos que egresan hoy de los pre pedagógicos muestran mayor
calidad en su formación. Antes, cuando surgieron, todos los que
levantaban la mano iban a parar a esos centros. Ahora es más
selectiva la entrada."
Jenifer García, habilitada de doce grado para formarse como
PGI. "Fui la única de mi preuniversitario que dio el paso al frente
de una matrícula de 450 alumnos. Siempre quise ser maestra, pero mi
mamá no quería. Por suerte mi papá me apoyó y finalmente tomé la
decisión."
Alejandro Nodarse, habilitado de onceno grado para formarse
como PGI. "La concepción del modelo es efectiva siempre que se
cumplan las exigencias. No es así cuando se violenta el sistema y
por necesidad, como sucede aquí en Matanzas, el joven debe asumir la
responsabilidad en un aula sin la debida formación".
Yasser López, quinto año de la licenciatura en primaria.
"Muchos varones solicitan carreras pedagógicas como trampolín para
evadirse del segundo año del Servicio Militar. Mientras están
vestidos de verde mantienen su palabra, pero una vez desmovilizados
plantean que perdieron la motivación y abandonan la carrera que les
fue otorgada".
Zenón Tápanes Viera, asesor de rectoría en el Instituto
Superior Pedagógico Juan Marinello. "Hace falta reforzar el proceso
de orientación profesional pedagógico. Es preciso mayor
sistematicidad. Los muchachos llegan a noveno grado y no tienen la
menor idea de nada, carecen de consejos o de una guía precisa. En
este campo hay mucho todavía por hacer."
José Luis Cañizares, profesor de la Escuela provincial del
Partido. "Se ha perdido un tanto el reconocimiento social al
maestro. Fenómenos nacidos en los últimos tiempos por razones
conocidas conllevaron a que hoy los padres no deseen que sus hijos
estudien carreras pedagógicas. El caso de Matanzas es singular y por
tanto creo que merece una atención diferente. Quizás haga falta un
destacamento donde todos los maestros estén uniformados y reciban
ciertas cosas más. El problema de la atención no es exclusivamente
de salario. Hay infinidad de muchachos con vocación y debemos
motivarlos. Tiene que llegar el momento en que busquemos el maestro
por vocación y no por emergencia."