. — El presidente de
Estados Unidos, George W. Bush, es responsable por la caótica
situación que vive Afganistán que incluye el incremento de la
producción de droga y la violencia, comenta hoy el diario The New
York Times.
Un editorial del periódico también culpa al mandatario afgano,
Hamid Karazai, por la venalidad y la ineptitud de su gobierno en
enfrentar la ola de ataques sin precedente.
El país centroasiático está inmerso en una espiral de violencia,
la perdida de la autoridad central, una corrupción desenfrenada y un
creciente comercio de heroína, subraya el rotativo.
Ante esa situación, exhorta a la Casa Blanca a incrementar la
ayuda económica y a presionar a Karzai para acabar con los
funcionarios corruptos y fortalecer a la policía.
Como parte de la estrategia solicita iniciar conversaciones con
líderes tribales y grupos armados aunque, al mismo tiempo, apoya la
continuación de las operaciones militares.
El diario Washington Post reveló el pasado mes que los jefes
militares norteamericanos en Afganistán pidieron al Pentágono más
tropas para combatir a la insurgencia.
Aunque en enero llegarán cuatro mil soldados, que se sumarán a
los más de 30 mil estadounidenses desplegados allí, los comandantes
estiman que será insuficiente.
Recientemente el jefe del Comando Central, general David Petraeus,
reconoció que la guerra en Afganistán será larga, por lo cual pide
una reevaluación de la estrategia.
Sus declaraciones coincidieron con la divulgación de un informe
de las 16 agencias de espionaje de este país sobre Afganistán, que
critica las políticas de Bush.
Las condiciones en esa nación son malas y se pondrán peor, pero
ahora es que los funcionarios norteamericanos comienzan a darse
cuenta de ello, manifestó Henry A. Crumpton, ex analista de la
Agencia Central de Inteligencia.
El comandante de las fuerzas británicas en Afganistán, general
Mark Carleton-Smith, admitió el fracaso de la estrategia bélica de
las fuerzas extranjeras en ese país.