.— El Partido Republicano intenta
hoy mitigar la previsible derrota ante su rival Demócrata en el
Senado de Estados Unidos el próximo 4 de noviembre.
La organización gubernamental trata de impedir que los demócratas
obtengan los 60 escaños, de 100 posibles, cifra que les evitaría
cualquier técnica de obstrucción, conocida en la jerga política
norteamericana como filibusterismo, señaló la televisora CNN.
En la actualidad la cámara alta cuenta con 49 legisladores de
cada agrupación y dos independientes, que habitualmente votan por
los demócratas.
De los 35 escaños que estarán en juego la próxima semana 23 son
republicanos con el agravante que cinco de sus legisladores no
lucharán por la reelección: Pete Domenici de Nuevo México, Wayne
Allard de Colorado, John Warner de Virginia, Larry Craig de Idaho y
Chuck Hagel de Nebraska.
Además, varios que sí aspirarán a un nuevo mandato como Mitch
McConnell y Elizabeth Dole las tienen difícil ante rivales
demócratas.
Todas las miradas están puestas en McConnell, líder republicano
en el Senado y quien podría perder su escaño por Kentucky.
Somos optimistas sobre la posibilidad de llegar a los 60 curules,
señaló el senador demócrata Chuck Schumer, quien dirige la campaña
de su partido para esa instancia legislativa.
La CNN destacó que alcanzar a esa cifra le permitiría a los
llamados liberales impulsar su agenda, más si su candidato a la Casa
Blanca, Barack Obama, triunfa en los comicios presidenciales.
Ninguna de las dos organizaciones ha alcanzado ese número en las
últimas tres décadas, pero este año podría cambiar por la
impopularidad del presidente George W. Bush, sus políticas y la
crisis económica, comentó la televisora.
La atmósfera política está en contra nuestra, admitió el
legislador republicano por Nevada John Ensign.