La mayor planta de biogás de Cuba quedó inaugurada en la capital
cubana y su explotación permitirá procesar desechos sólidos, con
ventajas ambientales inexistentes en la actualidad.
Esa instalación, ubicada en uno de los vertederos del Oeste de
Ciudad de La Habana, en calle 100 y doble vía a Pinar del Río,
utiliza desperdicios vegetales y otras materias orgánicas para
obtener el recurso energético, reseña Prensa Latina.
El biogás es útil en numerosos procesos que tienen incidencia en
la economía, no solo para la generación de energía, sino también en
la producción de biofertilizantes de alta calidad.
Sus ventajas ambientales repercuten en la protección del suelo,
del agua, el aire y la vegetación leñosa, además de reducir la
presión humana sobre los bosques.
El proyecto, desarrollado con capital suizo de 2,2 millones de
dólares, es fruto de una colaboración entre la Organización de las
Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) y el Gobierno
cubano.
De acuerdo con funcionarios de la oficina de la ONUDI en La
Habana, el aprovechamiento de esta energía renovable es un ejemplo
de lo que la Isla puede hacer en cooperación con agencias de las
Naciones Unidas y países donantes.
Los biodigestores responden a un programa energético ambiental
que suma 45 países en el orbe y se inscribe como un movimiento
internacional destinado a lograr producciones sostenibles y más
limpias.