El bloqueo en Salud
¿Es o no genocidio?
JOSÉ A. DE LA OSA
delaosa@granma.cip.cu
Desde el año 2003, el Centro Nacional de Genética Médica, una
prestigiosa institución perteneciente al polo científico del oeste
de La Habana, solicitó al Departamento del Tesoro de los Estados
Unidos la autorización para adquirir un Analizador de Genes, a fin
de continuar el desarrollo del Programa Nacional de Diagnóstico,
Manejo y Prevención de Enfermedades Genéticas, iniciado a principios
de la década de 1980.
Ningún
imperio podrá impedir el desarrollo feliz de nuestros niños.
Ese Analizador posibilita el estudio en familias cubanas de los
denominados "genes susceptibles" de enfermedades de alta prevalencia
en la población, como el cáncer de mama, colon, próstata y el
Alzheimer.
Aunque esos avanzados equipos son producidos también por firmas
de otros países, sus componentes son elaborados mayoritariamente por
compañías estadounidenses, lo cual impide su compra.
Ni desde el punto de vista profesional, ni humano, la Doctora en
Ciencias Médicas Beatriz Marcheco Teruel, directora del Centro de
Genética, puede comprender "la sinrazón de esa inhumana actitud" del
gobierno estadounidense, que cinco años después "ni siquiera se ha
dignado a dar respuesta a nuestra solicitud". Ese es el "modus
operandi" que ha adoptado.
Doctora
en Ciencias Médicas Beatriz Marcheco Teruel.
La científica indicó que alrededor de un 75% de los reactivos
necesarios en el Centro para el diagnóstico de enfermedades
genéticas son producidos en EE.UU., algunos de manera exclusiva en
ese país.
Citó el caso del Amniomax, utilizado para el diagnóstico prenatal
de anomalías cromosómicas, como el síndrome de Down. Por su
prohibición de venta a Cuba, el sistema de salud se ha visto
obligado a pagar casi tres veces más por los frascos de esos
reactivos (cada uno alcanza para tres embarazadas), al tener que
adquirirlos en mercados de lejanos países.
Para ofrecer una idea de las erogaciones que ello comporta, baste
señalar que durante el 2007 se realizaron nacionalmente cerca de 7
000 estudios prenatales cromosómicos y, en el año en curso, alcanzan
ya casi 6 000.
RESPUESTAS ANTE CADA GOLPE CRIMINAL
Es bien conocido que todos los niños y niñas en nuestro país,
entre el quinto y el décimo día de su nacimiento, reciben "un
pinchazo en el talón", dirigido a la detección temprana de cuatro
enfermedades metabólicas, causantes de severas discapacidades.
La sangre obtenida para esos diagnósticos se deposita en un papel
con características especiales, denominado Whatman, y luego se
procesa con la tecnología SUMA (Sistema Ultramicroanalítico) de
producción cubana.
A esta altura de la entrevista con la doctora Beatriz Marcheco no
median palabras. Me extiende una misiva que recibió con fecha 4 de
junio del 2008, que dice textualmente:
"Les informamos que recientemente la Empresa Whatman, originaria
de Inglaterra, fue comprada por GE (General Electric) Healthcare de
los EE.UU.
"Hemos recibido comunicación de GE en el sentido que se nos
prohíbe terminantemente vender productos de Whatman en Cuba.
"Por lo tanto hemos procedido a anular todos los pedidos
pendientes de nuestros clientes en Cuba y hemos desactivado por
completo nuestras actividades en relación a los productos Whatman."
De los 112 472 niños y niñas nacidos el pasado año, a 109 418 se
les realizaron los diagnósticos, para un 97,3% de los nacimientos.
Quieren ahora, dice la doctora Marcheco, impedir el desarrollo
normal de nuestros hijos, y de golpe y porrazo, como un portazo en
pleno rostro, dicen: desde mañana mismo no tienen acceso al recurso
que necesitan para realizar los diagnósticos.
Sin embargo, subraya, una de las cosas que más me impresionan
siempre de estas sistemáticas agresiones de un gobierno tan
poderoso, es la actitud de resistencia y lucha de nuestro Estado
revolucionario que, de inmediato y ante cada acción criminal del
bloqueo, busca alternativas y variantes para mantener disponibles
servicios de salud tan preciados y requeridos por la población.
Olvidan, dice, que para la Revolución cubana la salud es un
derecho humano inalienable. |