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La detonación de un carro bomba en la norteña ciudad de Mosul causó
hoy cuatro muertos y tres heridos, reportó la policía iraquí al
confirmar, además, el hallazgo de cinco almacenes de armamento en
Bagdad.
Según esa fuente, el vehículo cargado de explosivos tenía como
blanco una patrulla militar, pero alcanzó a civiles que pasaban por
el vecindario de al-Thawra y causó daños a inmuebles aledaños.
Un oficial de la policía en Nínive, cuya capital es Mosul, indicó
que el atentado se produjo en una zona de la ciudad con mayoría de
población sunnita, donde la violencia ha sido sistemática contra
cristianos y otras minorías religiosas.
Las autoridades indicaron, sin embargo, que algunos de los cerca
de 10 mil cristianos que abandonaron sus casas a comienzos de este
mes comenzaron a retornar a la ciudad, a pesar de las promesas del
gobierno de brindarles apoyo financiero y protección.
El ofrecimiento a cada familia cristiana que regrese a Mosul
consiste en un millón de dinares iraquíes (unos 860 dólares).
Las agresiones contra la comunidad cristiana, asentada en esa
región desde la época de la Cristiandad, merecieron la condena del
secretario general de la Liga Árabe, Amr Moussa, quien desde El
Cairo llamó a no permanecer callados mientras se cometen crímenes
brutales.
Fuerzas del ejército iraquí, entretanto, realizaron una incursión
en varias zonas de la capital y confiscaron cinco grandes depósitos
de armas y municiones, informó un noticiero televisivo.
Otros reportes de fuentes médicas y policiales indicaron que tres
atentados separados cobraron la vida de un hombre enfermo que era
transportado en una ambulancia y provocaron heridas a otras 11
personas.