Campesinos de Ciego de Ávila experimentados en la producción de
tomate iniciaron la temporada de este cultivo con la preparación de
semilleros y el interés por resarcir los daños naturales en el agro.
El propósito de los agricultores es cosechar unos 470 mil
quintales, de los cuales el 40 por ciento será destinado a la
industria conservera y el resto para los mercados agropecuarios
estatales y otros puntos de venta.
Las siembras previstas del vegetal ascienden a 90 caballerías,
con énfasis en el sector cooperativo y campesino, dirigidas además a
disminuir importaciones mediante la elaboración de salsas, vitanova
y puré.
Tanto la plantación como el acopio del fruto será escalonadamente
para evitar picos de cosecha y lograr un mejor aprovechamiento
fabril, declaró a la AIN Yoel Palmero, miembro del buró provincial
de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños.
En la pasada recolección Ciego de Ávila estuvo entre las
provincias más destacadas por sus volúmenes de ventas del vegetal a
la industria, destacó el dirigente.
No obstante las recientes afectaciones meteorológicas, los
avileños mantienen su compromiso de crecer en la recogida de esta
hortaliza para mejorar los abastecimientos a la población, al
consumo social y a los centros de la salud.
Cooperativistas del municipio de Majagua y de Ciego de Ávila
aspiran a mantener el primer lugar en volúmenes, rendimientos y
calidad de la verdura, agregó Palmero.
Los más productivos radican en las zonas de Mamonal y Lázaro
López, donde existen agricultores veteranos en este tipo de labranza
en la provincia, quienes disponen además de áreas consideradas entre
las más idóneas de Cuba para el fomento de tomate, sistemas de riego
y otros recursos.
Las fincas dedicadas a esta rama de la horticultura tienen la
ventaja de que residen en las cercanías de la Fábrica de Conservas y
Vegetales Majagua cuyo colectivo atesora práctica en sus
producciones.