El lomerío restaña sus heridas
Armando Sáez Chávez
CUMANAYAGUA, Cienfuegos.— Mucho se lo advirtieron, pero María
Isabel hizo caso omiso. Jamás el río Nacimiento, cerca de la
comunidad de El Naranjo, había desbordado sus aguas a tal altura.
Por eso hubo que actuar con extrema rapidez. Por suerte fue solo un
susto, del que la pequeña Sarahí, de ocho años, tardará en
reponerse.
Juan
González habla del esfuerzo en la producción cafetalera.
Si bien el huracán Ike no arremetió con fuerza contra el lomerío
del macizo Guamuhaya, los tres últimos organismos tropicales que
pasaron cerca de nuestras costas dejaron mucha agua en la serranía,
lo cual provocó crecidas e inundaciones y el consiguiente deterioro
de viales, puentes y alcantarillas.
Las rachas de vientos hicieron también estragos. Sobre todo en
los techos. Esta vez la respuesta fue más ágil. Apenas Ike se alejó
de Cuba llegaron las primeras planchas de fibrocemento y los
canalones para las familias y objetivos sociales afectados.
HACIENDO CAMINOS
Para lograr la recuperación de la serranía tienen que
restablecerse los caminos. Con este propósito, a la brigada
mecanizada de Movimiento de Tierra de la ECOA-37 se sumó otra del
Grupo Empresarial de Construcciones Azucareras (GECA), para reparar
el tramo de ocho kilómetros que media entre El Sopapo y El Naranjo.
Explicó Bernardo Morfa Hernández, jefe del colectivo, que dispone
de una dotación con buldózer, retroexcavadora, motoniveladora y
cinco camiones. Pero lo más importante, opina, es la calidad humana
de los choferes y operadores que renunciaron a las comodidades del
hogar por el tiempo que haga falta.
"Algo que impresiona —precisa Morfa— es la manera en que los
pobladores de El Naranjo acogieron a esta fuerza. Solo voy a decirle
que uno de los vecinos donó parte de su casa para que nos alojáramos
en ella, en muestra de total solidaridad.
Una vez terminada esta vía, la brigada tiene el compromiso de
ejecutar similar trabajo en el trayecto comprendido entre San José-Monforte-Río
Chiquito, una distancia estimada de 12 kilómetros.
A la vera del camino, en una humilde escuela que honra el nombre
de Frank País, la joven maestra emergente Grielvis Disotuar, contó
como ella y sus dos pequeños alumnos Gleidis Brito, de tercer grado,
y Cristian Quintana, de primero, cooperaron en la reparación del
techo afectado por los vientos.
Pero no se conformaron con la nueva cobija. Ese pequeño colectivo
se empeñó en poner más bonita que antes la única aula, y hoy pueden
mostrar a los visitantes las paredes pintadas de blanco, una
flamante bandera cubana y "cuadros y murales confeccionados con todo
el amor del mundo", como dijo con orgullo esta muchacha que dice
haber nacido para enseñar.
No lejos de la Frank País, despierta la curiosidad un aserrío
móvil que sirve para hilar tablas y tablones de bolos de hasta dos
metros de diámetro. Señaló su operador, Héctor Fuentes, joven
trabajador civil de AGROFAR, que la labor en cuestión consistía en
el aserrado de los árboles derribados en las laderas de las lomas,
cuya madera está destinada a la carpintería de viviendas y otros
inmuebles dañados.
EL CAFÉ EN PUNTO DE MIRA
El principal rubro económico del macizo Guamuhaya estuvo a merced
de los vientos y las intensas lluvias asociados a Ike. Luego, no era
de extrañar que más de 11 000 latas de café a punto de cosecha
fueran desgranadas.
Rastrillo en mano encontramos a Juan González, avezado cafetalero
que desde hace varios años lidia con el secado del grano en la
despulpadora de San Blas. "Por nuestra parte —dijo— estamos
conscientes de que es el momento de extremar todas las medidas para
no perder ni un grano".
Esta instalación, con capacidad de 300 latas por hora, entrega
parte del café oro listo para la planta de beneficio, de donde sale
a su vez el reconocido Crystal Mountain, exclusivo de esta zona
montañosa.
En la Granja Integral Militar de El Naranjo, del Ejercito Juvenil
del Trabajo, el primer teniente Kemel Suárez afirma que la tropa
está inmersa en la recuperación de las áreas productivas. Para ello,
no solo están listos los que recogerán las 8 010 latas planificadas,
y a las que no han renunciado pese a las 1 045 dañadas, sino que,
junto a la cosecha, resiembran 9,5 caballerías.
Kemel recuerda el paso por aquí del huracán y cuánto hubo que
hacer para preservar los techos del campamento, y la ayuda a la
comunidad.
En la CPA 10 de Octubre, su presidente, José Ramón Guevara,
responde que bajo ningún concepto sus 42 socios aceptan el incumplir
con las 3 120 latas fijadas en el plan de esta campaña.
Él aprovecha para enumerar la tenencia de las 103 cabezas de
ganado vacuno, de cuya masa salen los 24 000 litros de leche al año
que garantizan el alimento a niños y dietas en cuatro bodegas, y la
entrega de una parte para el desayuno escolar en el Complejo
Educacional Armando Mestre, de Mayarí.
También habla de la cría de carneros, las perspectivas en la
siembra de las dos hectáreas de guayaba, las 6,66 de plátano, y la
preparación de tierra para plantar dos hectáreas de boniato, y la
atención al vivero de 38 000 posturas de café. En fin, fomentar todo
cultivo posible para seguir tributando los 2 000 quintales de
viandas comprometidas con el consumo social, la población de
Cumanayagua y un Mercado Agropecuario Estatal de la capital
provincial. |