Productos agrícolas: de lo especulativo y lo real
Katia Siberia García
El
control sobre lo que Gustav y Ike nos han dejado en la tierra se
impone. Y precisamente ahora, que disponemos de menos alimentos,
aspirar a mayor equidad no es solo política consecuente sino orden
apremiante.
Ante tales circunstancias el país evalúa disposiciones para
mitigar desabastecimientos, al tiempo que están en vigor desde el
martes medidas organizativas para evitar especulaciones y garantizar
una distribución más equilibrada.
No serán momentos de mercados abarrotados y con variedad, pues si
en agosto la comercialización de viandas y hortalizas en general fue
de 5 millones de quintales; en septiembre, solo llegó al millón.
Ese solo dato bastaría para ilustrar la contracción que hoy
exhiben los mercados.
Al respecto, Granma conversó con el viceministro de
Comercio Interior, Francisco Silva Herrera, acerca de los mercados
de oferta y demanda (hoy con algunos productos regulados).
Para comprender la magnitud del asunto, Silva se permite unas
aclaraciones.
Las ventas hasta agosto, en los mercados de oferta y demanda de
todo el país, desde el punto de vista físico, representaban apenas
un 5,4%, explica.
"Las mayores concentraciones de productos siempre han estado en
los mercados agropecuarios estatales (MAE) y en puntos de venta
(unos 15 000 en total). De oferta y demanda solo existen 164;
incluso, hay provincias que poseen uno, como Guantánamo, o tres como
Granma. El municipio especial de Isla de la Juventud no tiene
ninguno, por ejemplo, y en la que mayor cantidad de ese tipo
funcionan es en Ciudad de La Habana, con 40".
El Estado se esfuerza por incrementar el abastecimiento, pero el
recorrido del surco a la tarima se torna enrevesado, máxime cuando
se combaten ilegalidades que estimulaban, de algún modo, estos
suministros. Las cuantiosas pérdidas que hemos sufrido agravan la
situación.
Productos y control: dos en uno
La producción, necesariamente, deberá ir a uno o a otro tipo de
mercado. Pero transcurrirá un tiempo para poder estabilizar la
oferta que había. Ese es un reto mayor.
En ese transcurso habrá que velar que no se creen "otros"
mercados: en las esquinas, en las casas, en los lugares no
establecidos para la venta, donde la gente viola precios y
regulaciones. Habrá que combatir. Y habrá que mantener el
abastecimiento, algo que hoy afecta a nuestros mercados, asegura
Silva.
Sobre ello, dijo el Viceministro, hoy se plantean alternativas y
se buscan soluciones.
Algunos concurrentes a estos establecimientos consideran el
topado de los precios necesario y justo. Otros han rechazado la
medida aludiendo a pérdidas, pero no es que pierdan, es que van a
ganar por debajo de lo que habían calculado, pues los precios
máximos fijados, aún son altos, señala.
Todavía queda mucho por hacer. Hay desorden en la forma de
comercializar, la declaración jurada es por peso, y a veces se vende
por unidad. Un grupo multidisciplinario recorre diariamente los
mercados para detectar estas y otras violaciones. La dirección de
inspección, auditores y cuadros del MINCIN revisan las medidas para
proteger al consumidor. Al mismo tiempo cada provincia puso a
disposición de sus clientes un teléfono donde se atienden
irregularidades y dudas.
Más allá del control que el paso de los huracanes nos ha obligado
a intensificar, el Viceministro alerta sobre falsas expectativas.
Es difícil que pueda abundar un producto fuera de temporada, y no
puede existir una situación normal en los mercados después de
inmensos daños en la agricultura. Lo poco que hay, hay que
compartirlo. |