La muestra genética de boniato, yuca, malanga, ñame y plátano, en
el Instituto Nacional de Investigaciones de Viandas Tropicales (INIVIT),
es una contribución científica a la independencia alimentaria de
Cuba.
El germoplasma está conformado por cinco colecciones que por
técnicas In Vitro pueden reproducirse en las cantidades requeridas y
garantizar la continuidad de las siembras en el país sin necesidad
de importarlas, informó a la AIN Marilys Milian, especialista en
Recursos Filogenéticos.
Un sostenido trabajo investigativo asegura variedades con
cualidades específicas que las hacen más adaptables a los bajos
niveles de agua, resistentes a las plagas y enfermedades más
comunes, y otras con gran adaptabilidad a los diferentes tipos de
suelos.
El prestigio de Cuba, en cuanto a investigaciones agrícolas, está
avalado por poseer la mayor colección de clones de malanga y ñame de
América Latina, y los de boniato y yuca son los terceros en el
continente, afirmó la investigadora.
Las colecciones cuentan con ejemplares primitivos, como los
plátanos originarios de Nigeria pertenecientes a variedades con más
de 500 años, los cuales son empleados como portadores genéticos para
entrecruzamientos y estudios de mejoramiento.
El extensionismo agrícola garantiza que los productores agrícolas
cubanos tengan a su disposición las últimas variedades generadas en
el centro, las que eligen de acuerdo con sus intereses y las
cualidades de los suelos.
Más de cuatro décadas de investigaciones sobre las viandas
tropicales en el INIVIT ha permitido incorporar a las muestras
individuos obtenidos por cruzamiento, mutaciones y otras técnicas
con características propias de las áreas geográficas hacia donde se
exportan.
Preservación in Vitro dentro del laboratorio, siembras a campo
abierto y semilleros para reemplazar las plantaciones figuran entre
las diferentes vías utilizadas para preservar el germoplasma y
evitar daños, pérdidas y deterioro.