En 1907, ya se acusaba a Evaristo Estenoz de estar tratando de
integrar un partido político con ciudadanos negro y mestizos; estas
acusaciones provenían de fuentes de inteligencia norteamericanas. En
esa época existían distintas corrientes que pugnaban por la unidad
de negros y mestizos. Una de ellas, orientada por Ricardo Batrell y
Alejandro Meninger, lanzó un "Manifiesto al pueblo de Cuba y a la
raza de color".
El 7 de agosto de 1908, en la calle Amargura 63 en La Habana, el
teniente del ejército Libertador, Evaristo Estenoz funda la
Agrupación Independiente de Color, que posteriormente se convertiría
en el Partido Independiente de Color (PIC), con el objetivo de
participar en las elecciones del 14 de noviembre de ese año.
La fundación del PIC abriría un capítulo que repercutiría, al
igual que la Conspiración de La Escalera durante muchos años sobre
uno de los elementos constitutivos de la nación cubana.
Como partido que defendía en primer lugar los intereses del
elemento más preterido de la población, el PIC se propuso que negros
y mestizos no continuaran siendo clientela política de liberales o
conservadores y el unirse para lograr un tratamiento no
discriminatorio en la arena política; señalando "Nada puede esperar
la raza de color de los procedimientos usados hasta aquí por los
partidos políticos porque nada han hecho que pueda ser para nosotros
apreciable cualquiera que hayan sido sus promesas (¼
) La libertad no se pide, la libertad no se mendiga, se conquista (¼
)".
En su acta fundacional exponía las causas que llevaban a su
constitución y su base programática planteaba entre sus principales
demandas: Repatriación por cuenta del Estado de todos los cubanos
que quisieran regresar al país y estuvieran carentes de medio,
nacionalización del trabajo, mediante ley que garantizara la
admisión de cubanos con preferencia sobre los extranjeros, enseñanza
gratuita obligatoria, que incluyera la gratuidad en la universidad,
revisión de los expedientes de propiedad hechos efectivos durante la
primera intervención norteamericana, ley para regular el trabajo
infantil, seguro contra accidentes de trabajo, nombramiento de
ciudadanos de color en el cuerpo diplomático entre los nativos
cubanos, inmigración no selectiva, motivada por los intentos de
blanquear al país, distribución en colonias de las tierras del
Estado, o de las que este adquiriera para el efecto, para los que
carecieran de recursos, reforma penal para crear verdaderas
instituciones correccionales, pues la mayoría de los que iban a
prisión eran pobres y analfabetos a los que se les debería enseñar
oficios para su mejor reintegro a la sociedad, juicio por jurado,
constituido por ciudadanos de ambas razas y oposición a la pena de
muerte.
Este último planteamiento obedecía a que los negros eran las
víctimas principales, ya que los blancos tenían muchas más
posibilidades de que se les conmutara la pena. En el primer gobierno
de Estrada Palma todos los condenados a muerte fueron negros.
El PIC, al rechazar las imputaciones de racismo, señalaba:
"Tenemos por hermanos lo mismo a los negros que a los blancos (¼
) el origen del pueblo cubano es uno. No aspiramos a la supremacía
del negro sobre el blanco, pero tampoco aceptamos, ni aceptaremos
nunca, la del blanco sobre el negro".
En el órgano de prensa del PIC "Previsión" del 30 de enero de1910
leemos. "Para nosotros Guantánamo y Bahía Honda son dos heridas por
donde sangra nuestro amante corazón. La intromisión
norteamericana es un baldón que ningún bienestar podrá disminuirlo (¼
)".
Señalando "Previsión" en otro de sus números "Por imperiosa
exigencia de la civilización que no puede detenerse en su marcha
vertiginosa y ha de girar (¼ ) en el
radio del socialismo científico, ideas imperante en Alemania e
Inglaterra, todo hombre de color, que de culto se aprecie y por
culto y adelantado se distinga debe conocer".
Su vocación latinoamericanista y antimperialista se expresa al
decir: "El canal de Nicaragua ha sido otro de los sueños del
insaciable yanki (¼ ) Así como hace 60
años fomentó el yanki la rebelión texana que dio oportunidad para
declarar la guerra más injustificada y cruel y echar garra a ese
territorio (¼ ) final perseguido por
ellos con tesón y paciencia para arrebatárselo a Méjico, más tarde
Colombia hoy Nicaragua y dentro de poco Cuba; he ahí las vivientes
pruebas de la nefasta influencia de la sucia política del coloso
yanki en Latinoamérica".
El PIC logró adhesiones a través de todo el país pero
fundamentalmente en las antiguas provincias de Oriente y Las Villas,
solamente en Camagüey tuvo pocas adhesiones. Numerosos veteranos de
la guerra de independencia estuvieron entre sus afiliados, pero
también se adhirieron pequeños propietarios y comerciantes,
trabajadores manuales y algunos profesionales; como se observa era
un partido policlasista.
A medida que crecía el PIC, se aumentaba la presión y la
represión contra sus dirigentes. El 10 de febrero de 1910 era
detenido nuevamente Evaristo Estenoz acusado de violación de la ley
de imprenta. al día siguiente se comenzaba a discutir la enmienda
Morúa en la Cámara de representantes, que sería agregada como una
"percha" al artículo 17 de la Ley electoral; lo que eliminaría
legalmente a los "Independientes de Color". La enmienda había sido
presentada por el senador, Martín Morúa Delgado importante figura de
la fracción miguelista del partido Liberal. La misma en una de sus
partes decía textualmente: "No se considerará en ningún caso, como
partido político o grupo independiente, ninguna agrupación
constituida exclusivamente por individuos de una sola raza o color,
ni por individuos de una sola clase con motivo de nacimiento,
riqueza o título profesional".
Es de destacar que desde la época en que publicara "La Nueva
Era", Morúa se había opuesto a los partidos de clase; él escribía el
15 de junio de 1903 a un dirigente portuario: "Los obreros no
pueden, como algunos pretenden, afiliarse a un solo partido político
(deben) buscar en todos los programas la resolución de los problemas
que a sus intereses corresponde como obreros".
En la Cámara de Representantes se opuso a la enmienda el coronel
Lino D'Ou, alegando que Morúa no hacía mención a las escuelas y
asociaciones formadas por integrantes de una sola raza donde no se
admitían a negros ni mulatos; pero finalmente la enmienda fue
aprobada.
El 22 de abril de ese mismo año era detenido nuevamente Estenoz
conjuntamente con Gregorio Surín, el coronel del Ejército Libertador
Julián Sierra, el general Fournier, Antero Valdés y otros 65
dirigentes de PIC, acusados de conspiración para la rebelión.
Pocos días después se discutía la enmienda en el Senado, donde
solo tres senadores se opusieron: Cabello, La Guardia y Salvador
Cisneros Betancourt. El primero planteó la inconstitucionalidad de
la enmienda citando que no era congruente con el artículo 17 de la
ley electoral.
Cisneros Betancourt en palabras admonitorias dijo: "Yo suplicaría
a los compañeros que han presentado la enmienda que la retirasen (¼
) la considero perjudicial al país (¼ )
Empieza ofendiendo a la raza negra que no ha dado motivos para que
se le nieguen derechos sea cual fuere su modo de pensar. Los negros
en la guerra eran más que los blancos y jamás hubo una rebelión de
negros contra blancos. Los negros jamás harán por dividirse de los
blancos (¼ ) Es por eso que pido que
dejemos todo eso tranquilo como está, que no hagamos ninguna ley
contra los negros, si nos vencen, pues bien que ellos formen
gobierno (¼ ) Por consiguiente, yo digo
al señor Morúa y llamo la atención, que lo mejor es no menear ese
caldo".
Finalmente la enmienda fue aprobada en el Senado por nueve votos
a favor y tres en contra; al aprobarse Cisneros Betancourt exclamó
"!La dictadura está a las puertas de la República!". El 4 de mayo,
firmada por el presidente José Miguel Gómez la enmienda entró en
vigor. En esa fecha Estenoz y 69 miembros del PIC continuaban en la
cárcel.
Posteriormente los Independientes iniciaron la lucha legal por
derogar la enmienda, mientras continuaba la represión y el
hostigamiento contra ellos. Dos años después, en abril de 1912,
habían agotado casi todas las posibilidades. Ilegalizados,
perseguidos y reprimidos, en especial durante la época en que
Gerardo Machado y Morales era secretario de Gobernación, optaron por
una solución desesperada y se levantaron en la protesta armada de
1912 que conllevó a la masacre de más de 3 000 negros y mestizos.