El papa Benedicto XVI coincidió
hoy con el primer ministro de Iraq, Nuri Al Maliki, en la necesidad
de buscar la paz y mostró comprensión por la crisis en ese país del
Golfo Pérsico, bajo ocupación anglo-estadounidense.
Tras una reunión de 20 minutos en la residencia de Castelgandolfo,
Al Maliki y Joseph Ratzinger expresaron su deseo de que Iraq pueda
encontrar el camino de la paz y del desarrollo, mediante el diálogo
y la colaboración de todos los grupos étnicos y religiosos.
En el encuentro también se tomó en consideración el contexto
regional del diferendo en la convulsa nación, informó Federico
Lombardi, director de la sala de prensa del Vaticano.
Además, la reunión en la residencia papal abordó el tema de los
refugiados iraquíes, que necesitan asistencia, sobre todo, en espera
de su vuelta al país.
El jefe de Gobierno iraquí realiza su primera visita oficial a
esta nación europea, donde se entrevistó con su similar italiano,
Silvio Berlusconi, uno de los principales aliados de Washington en
la invasión unilateral de marzo de 2003 y posterior ocupación de
Iraq.
Berlusconi, quien dirige el ejecutivo por tercera ocasión desde
1994, debatió con Al Maliki la grave situación en el estado del
Golfo Pérsico, donde perecieron cerca de un millón de civiles en un
lustro, según la revista británica The Lance.
El primer ministro iraquí también dialogó con el secretario de
Estado del Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, y con el canciller
Dominique Mamberti.